Fue el pasado mes de noviembre cuando el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Durango, conformado por PNV y PSE, anunció su decisión de paralizar el proyecto de reconvertir el antiguo caserío Kapitanena del barrio de San Fausto en un centro cívico por falta de liquidez. Se abrió entonces un proceso de planificación y revisión del proyecto inicial, no exento de polémica por parte de la oposición y vecindario, pero en el que responsables municipales dejaron clara su postura: el proyecto inicial iba a requerir una inversión de un millón de euros para un edificio de apenas 177 metros útiles. Sin descartar el proyecto de habilitar un auzogune, se comenzó a trabajar en diferentes alternativas para el barrio. A ello se sumó, además, la necesidad de cambiar las actuales normas subsidiarias ya que se constató que el emblemático caserío está situado en un suelo calificado como residencial y para poder darle un uso diferente se tendrían que cambiar las normas.

Ante esta circunstancia, el equipo de gobierno presentó a la asociación vecinal de San Fausto tres alternativas además del proyecto inicial y durante la jornada de ayer viernes dieron a conocer la elección de la propuesta Kapitanena 2 para la creación del nuevo auzogune en el barrio; un espacio comunitario que se establecerá en la planta baja de un edificio existente con un anexo adicional. “Este proyecto es el fruto de un proceso participativo que ha contado con la valiosa aportación de las y los residentes del barrio, quienes han colaborado estrechamente para definir un plan que cumple con los ideales de accesibilidad, sostenibilidad y mejoramiento comunitario”, explicaron desde el Consistorio de Durango al tiempo que añadieron que “la decisión fue tomada después de la deliberación entre cuatro alternativas viables, buscando siempre responder a las necesidades y expectativas del barrio”.

Alternativas

A este respecto cabe recordar que la primera de las alternativas presentadas fue mantener el proyecto inicial Kapitanena. El proyecto preveía la licitación en mayo con una modificación del Plan Especial de Ordenación Urbana para abril de 2025 y una ejecución de obra entre julio de 2025 y mayo de 2026.

La segunda de las propuestas correspondía a un nuevo edificio ubicado en la trasera del bar La Terraza. En cuanto a plazos, el calendario de ejecución mantenía un cronograma similar al proyecto inicial de Kapitanena.

Otra de las opciones presentadas fue ubicarlo en un local en la calle Zirarmendieta y, por último, se planteó una variante a la primera propuesta de Kapitanena, bautizada como Kapitanena 2, que ha sido por la que se han decantado; mantener la ubicación del auzogune en la planta baja con una cubierta anexa en parte del jardín. “El diseño de Kapitanena 2 incorporará recomendaciones de las y los vecinos que incluyen la ampliación del espacio destinado al anexo y su reorientación hacia la iglesia para integrarse armoniosamente con el entorno y aprovechar mejor tanto la superficie total del conjunto como la parcela exterior, que se destinará a zona de juegos infantiles”, avanzaron.

Ahora, y con el nuevo proyecto encima de la mesa, el próximo paso será realizar una nueva reunión abierta para presentarlo al vecindario. Paralelamente se iniciará la tramitación de las gestiones urbanísticas pertinentes.