Zamudio dispone ya de un centro pionero de análisis genéticos aplicados al deporte

En este sentido, tal y como aseguran, con una o dos sesiones de entrenamiento de 30 minutos aproximadamente y unas pautas de alimentación, suplementación y descanso, el método Baigene permite a sus usuarias y usuarios “mejorar su estado de salud, realizar deporte de manera más saludable, disminuir el riesgo de lesión, maximizar el rendimiento físico, bajar de peso o de masa grasa, reequilibrar el cuerpo y eliminar dolores y molestias”.

Todo ello a través de un seguimiento totalmente individual y un equipo “volcado con la persona en cada entrenamiento”, además del seguimiento de la evolución del estado del usuario. Para ello, lo primero que hacen es realizar un análisis exhaustivo de la persona usuaria, tomando una muestra de su saliva para identificar las diferencias existentes en su ADN y realizar una evaluación general de su estado actual: test de fuerza, test morfológico funcional, desequilibrios y puntos débiles de la musculatura, test de lactato, composición corporal y cuestionario personal para conocer las necesidades del o de las personas usuarias.

“Analizamos las diferencias existentes en genes relacionados con procesos metabólicos en el área del ejercicio y deporte y en el ámbito de nutrición. Por ejemplo, los genes encargados de expresar las proteínas de la asimilación de nutrientes, el cómo nos recuperamos después de un ejercicio, de intolerancias, etc. Nuestro camino no se detiene nunca, ya que estamos a la vanguardia de un servicio que requiere actualizarse continuamente”, destaca David Celorrio, doctor en Genética en la UPV/EHU y CEO de Baigene que subraya la reciente inversión en una máquina única en Euskadi para el trabajo máximo de fuerza mediante resistencia adaptativa.

Después, llega la fase de planificación y seguimiento, en la que se diseña un plan de ejercicios, nutrición y suplementación que permita cumplir con sus objetivos. Los entrenamientos destacan por su eficiencia y por su innovadora técnica que reduce al máximo el riesgo de lesión. Para ello es clave dentro del entrenamiento de fuerza “la higiene postural”, entre muchos otros parámetros que garanticen la adecuada y efectiva ejecución de cada ejercicio.

Por último, el nuevo centro de Zamudio, de 450 metros cuadrados, se suma a los ya existentes en Gasteiz, en el parque tecnológico de Miñano, en Bahrein y al que próximamente se abrirá en Madrid. Estará dividido en diferentes espacios, dependiendo de la función de cada uno de ellos: una zona específica de nutrición, una sala de valoración ambiental en la que se realizarán las pruebas y evaluaciones musculares y morfofuncionales, y el área de entrenamiento, equipado con maquinaría de última generación única en Euskadi.