“La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso sirve, para caminar”. El basauritarra Luis Ángel Sánchez de Lachina se nutre de esta reflexión de Eduardo Galeano –escritor y periodista uruguayo autor de obras tan reconocidas como Las venas abiertas de América Latina– para adentrar al lector en la esencia de su segundo trabajo poético: Desmontando utopías. Llega en plena madurez, en esa etapa vital “en la que nos cuestionamos las luchas, los sueños, nuestro modo de ver el mundo”, explica. Pero, a pesar de esos primeros signos de frustración, de desencanto o de, como él mismo define, “la eterna duda de la rendición ante los imposibles”, defiende que “es un libro, tal vez, sobre la esperanza”.

Viajero, amante de la fotografía y “soñador de otros mundos mejores”, Luis Ángel empezó a ondear, desde muy joven, la bandera del activismo social implicándose en causas como “el movimiento estudiantil, política o el colectivo Hombres por la Igualdad en sus inicios en Bizkaia”. Sus referentes literarios también dan buena muestra de sus inquietudes ya que sus libros de cabecera son poemarios de autores latinos como Julio Cortázar, Mario Benedetti, Pablo Neruda o Gabriela Mistral. Y, entre viaje y viaje, idealistas luchas e incontables horas de lectura, escribir se convirtió, en algún momento de su caminar personal, en una buena vía de escape “para lo bueno y para lo malo” y de expresar, a través de blogs con amigos o personales, sus sentimientos o su forma de ver el mundo. “Y, desde siempre, en trozos de papel escribía poemas que me iban saliendo y que acababan guardados en cajones”, recuerda.

Fue justo antes de la pandemia cuando Luis Ángel se decidió a autopublicar un primer libro recopilatorio “de esa colección de poemas escritos en circunstancias dispares” y el resultado fue el libro titulado Retazos de la noche oscura. Las sensaciones ante su ópera prima literaria fueron intensas. “Hay muchos nervios, porque es como lanzarte al vacío y la autopublicación es muy trabajosa. Y un poemario es abrirte en canal, quedar expuesto y esperar a ver la reacción del lector, pero la acogida fue muy buena, satisfactoria y positiva”.

El autor basauritarra califica su poesía de “intimista, porque nace de mi” y esa característica se hace mucho más evidente en su segundo trabajo, Desmontando utopías.

La utopía desde la madurez

“En este poemario, que ya es todo nuevo, reflejo mi experiencia vital, hablo de las sensaciones que tengo sobre la vida, la amistad, el amor, de mis viajes...”, enumera a modo de ejemplo. Además, está escrito “en ese momento de nuestras vidas, que llega en torno a la cuarentena, en el que nos empezamos a replantear nuestra visión de las cosas y la llamada madurez nos hace ser más conservadores”. Ese aparente inicio de la cuenta atrás en nuestro marcador vital “hace que adaptemos nuestras pretensiones o nuestras ensoñaciones a realidades más concretas y factibles”. En definitiva, “tus peleas ya no son las mismas y uno se replantea su forma de ver el mundo”.

Sin embargo, lejos de rezumar desencanto, Desmontando utopías “es una forma de expresar muchas contradicciones, pero sin perder la esperanza” y aunque parezca que todos las aspiraciones e ideales se desmoronan como un castillo de naipes “uno vuelve a soñar, siempre se sigue avanzando”.

Esa idea queda plasmada y explicada en la introducción de la obra. “A pesar de todo, y hasta el último aliento, seguimos soñando. No importa que con el paso de los años tratemos de desmontar cada una de las utopías que con tanto trabajo construimos porque gran parte de nuestra esencia como personas reside en que seamos seres soñantes y, a cada utopía desmontada sustituirá otro sueño”.

Desmontando utopías, segundo poemario de Luis Ángel Sánchez de Lachina, estará a la venta, a partir del 15 de marzo, en una conocida plataforma digital, pero también se puede adquirir en la librería Amalur de Arrigorriaga. Y a la espera de la respuesta de los lectores, asegura que “voy a seguir escribiendo y estoy convencido de que, también, publicando”.