“El hombre de la sonrisa infinita, que te cruzabas mil veces por Balmaseda con su coche y no te preguntaba dónde vas, sino que decía: monta, que te llevo. Una persona increíble, que se acordaba de todo, incluso del cumpleaños de tu tía segunda. Que siempre tenía una broma y un detalle”. A Jokin Salaberri se le quebró la voz al anunciar la distinción como Cofrade de Mérito de la Putxera a Borja Arechederra. El reconocimiento ya estaba previsto desde el capítulo del año pasado junto con los de su hermano José Luis –ambos siempre inseparables en San Severino y otras grandes ocasiones en las que su buen hacer les reportó varios premios– y José Ángel Saratxaga. Sin embargo, la fatalidad quiso que el 27 de diciembre “te fallara lo más grande que tenías: el corazón”, en palabras de su íntimo amigo Javi Lezama que leyó Ander Rivero. Otra muestra de la emoción que presidió el acto en memoria de Piza que acogió el palacio Horcasitas.

José Luis y Borja, a la derecha, en San Severino en 2019. E. CASTRESANA

Su esposa, Enara Villar, dio las gracias “por todo lo que habéis hecho por él, sois muy grandes y tiene que estar orgullosísimo”. Después de 34 años juntos, “media vida”, la repentina desaparición de Borja “sin avisar” le está resultando “muy dura” de asumir. Pero “me ha dejado dos maravillas y por ellos he de salir adelante”. Se refería a sus hijos, Unai y Paula, que escucharon a su lado. Ya en el campeonato de Euskal Herria de Putxeras de Loiu celebrado la semana pasada “me quedé con una frase que pronunció él: Voy a ser un campeón, como aita”, rememoró Jokin Salaberri. Además, uno de los premiados invitó a Enara a subir al escenario “para que toda la comunidad de la putxera pudiera agradecer esa labor de toda la vida en un aplauso espontáneo e infinito”.

También le costó articular palabra al hermano de Borja. Vencedor del torneo especial de campeón de campeones que enmarcó la edición número cincuenta del certamen de putxeras de San Severino, José Luis Arechederra “modernizó los concursos con su propio toque, referente para los que veníamos detrás”. “Hay que tirar, hay que continuar en honor a este que se nos fue con todo el cariño del mundo porque seguiré cocinando putxeras como me pidió su mujer”, prometió.

Con la voz de Borja de fondo en un vídeo grabado el pasado San Severino mientras encendía una putxera a las 5.30 horas, brindaron por él esbozando una sonrisa.

Premios locales

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El reconocimiento a José Luis y Borja Arechederra estaba previsto antes de la repentina muerte de este último, por su compromiso con la cofradía y la divulgación del patrimonio gastronómico local. También Cofrade de Mérito a José Ángel Saratxaga. Fuera de los tres premios de Balmaseda, el título de Cofrades de Honor recayó en los hermanos Arbelaitz, del restaurante Zuberoa.