Elisa Nespral no olvidará el 23 de octubre de 2022 y los dos días siguientes en los que alrededor de setenta personas se alternaron en turnos de mañana, tarde y noche para atender la urgencia desatada por el incendio forestal originado en Balmaseda. “Creo que fue la movilización más fuerte de Cruz Roja, me atrevería a decir que desde las inundaciones de 1983”, rebobinó la voluntaria y referente del equipo de respuesta e intervención en emergencias de Encartaciones. Se sirvieron cerca de mil bocadillos para abastecer a los integrantes del operativo de extinción y las personas desalojadas que lo necesitaron. Un trabajo que “ahora os queremos devolver de alguna manera”, valoró el alcalde de Zalla, Unai Diago. Será mediante la plantación de más de 8.600 coníferas y frondosas en diez hectáreas que ardieron en La Herrera.

El 16 de marzo cien voluntarios participarán en la jornada impulsada por la Cruz Roja en colaboración con la Diputación Foral de Bizkaia y el Consistorio. Dentro del programa llamado Compensados “queremos reparar la huella de carbono, agradecemos al Ayuntamiento de Zalla la cesión de los terrenos y a la Diputación que ayude en la gestión”, señaló el presidente de Cruz Roja Bizkaia, Josu Peron.

“Aquel día gris nos da lugar a estar hoy aquí para regenerar ese bosque. Quiero recalcar la importancia de la colaboración público privada de los que participáis de manera altruista”, dijo la diputada de Medio Natural y Agricultura, Arantza Atutxa.

“Se calcula que llevará entre cinco y diez años para empezar a ver el desarrollo, no en su totalidad, sino disfrutar ya de pequeños bosques”, estimó Javier Garaizar, referente de Medio Ambiente de Cruz Roja Bizkaia. –