El músico portugués Júlio Resende afronta su vida artística como un reto. Su actitud ante el piano, que la crítica ha comparado con la de Keith Jarret, es la de un instrumentista voraz y valiente que lo mismo es capaz de acompañar en el escenario a su compatriota Salvador Sobral que musicar la obra de poetas, improvisar como los mejores jazzmen, rescatar la tradición del fado y hasta juguetear con sonidos electrónicos y con el mundo del rock. Este sábado presentará su último disco, Sons of Revolution (ACT Music), en Barakaldo Antzokia, un tributo a la Revolución de los Claveles a ritmo de fado y jazz.

En formato de cuarteto, desde las 20.00 horas, entradas a la venta a 15 y 18 euros. Así se presenta esta cita vizcaina con Júlio Resende, un músico virtuoso y con un estilo muy personal capaz de emocionar que muchos han descubierto como integrante de la banda de acompañamiento del ganador de Eurovisión Salvador Sobral, pero que es ya famoso en varios países europeos gracias a su obra en solitario, respetuosa con la tradición de su país aunque abierta siempre a nuevos proyectos y retos.

Resende, “músico de oído” que recuerda las melodías tradicionales que le enseñó su padre en la niñez y que asegura sentirse influenciado por “la propia vida” y el trabajo de artistas de géneros dispares como Jeff Buckley, Amália Rodrigues, Thelonius Monk, Mompou, Bach y Silvia Pérez Cruz, llega a Barakaldo con un nuevo y reciente disco bajo el brazo, Sons of Revolution, editado en octubre de 2023, tres años después del éxito de Fado Jazz Ensemble.

Alexandre Frazão, Bruno Chaveiro, Júlio Resende y André Rosinha

El compositor y pianista portugués ofrece en la docena de composiciones originales de Sons of Revolution, casi instrumentales en su integridad, un viaje único por “el alma musical portuguesa”, a la vez que brinda por la libertad que llevó a su país la Revolución de los Claveles, que el próximo 25 de abril cumplirá medio siglo. Además, composiciones como End of Colonial War! No Saudade muestran la relación con África de Portugal.

Peace at Last, Mano a Mano–Now We Are Brothers, Liberdade desgarrada, la propia Sons of Revolution y Mr. Fado Goes to Africa for the First Time son ejemplos reveladores de su propuesta ligada a la improvisación del jazz –“resulta mejor en mis propias composiciones que en otras ya escritas”– y su rescate de la melodía y la saudade del fado tradicional de su país. El disco, base del concierto de Barakaldo, cuenta con la presencia a la voz de su compañero y amigo Sobral en el tema A Casa Dela Her House, el que cierra el álbum.

Libertad y valentía Resende, enamorado de “las líneas melódicas, los acordes preciosos y la melancolía” de Chopin, ve Sons of Revolution como “una celebración de la libertad” que llegó a su país con la revuelta que acabó con el régimen militar portugués en abril de 1974. Su repertorio, todo música original compuesta por Júlio, lo grabó con el trío que le acompañará también en el concierto de Barakaldo: Bruno Chaveiro en la guitarra portuguesa, un instrumento que tiene un sonido muy particular y típico; Alexandre Frazão en la batería y percusión, y André Rosinha en el contrabajo.

El espectáculo de directo de la gira actual del músico incluye también un gesto sin precedentes, ya que siendo Resende el único artista autorizado a usar la voz de Amália Rodrigues en sus espectáculos, el público que asista a Barakaldo Antzokia podrá disfrutar de un dúo imposible entre él y la extraordinaria diva del fado en la canción Medo.

Compositor, músico y pianista, Sons of Revolution es solo el último paso de un artista reacio a los convencionalismos y a adocenarse, como prueba su discografía. Ahondando en sus nueve discos se pueden encontrar estilos diversos que entroncan con su pasión por la música clásica, la improvisación del jazz, su veneración por el fado y hasta experimentos que le han llevado a juguetear con el mundo del rock y los sonidos electrónicos.

Y es que el portugués, después de grabar tres proyectos en su propio nombre en formato de trío y cuarteto de jazz, el primero, Da Alma, en 2007, ha sabido combinar tradición y modernidad en su fusión de fado y jazz desde el piano. Ha llegado a grabar un álbum dedicado a Amália Rodrigues, donde acercó su instrumento al fado, cantando sus melodías desde las teclas en lugar de simplemente acompañarlas.

Además, ha colaborado con Sobral y Silvia Pérez Cruz; basó un álbum en la poesía de Eugénio de Andrade y Gonçalo M. Tavares; formó una banda de pop y rock, llamada Alexander Search, y se atrevió con Cinderella Cyborg, aventura musical entre el hombre y la máquina, entre el sonido acústico del piano, la batería y el contrabajo, y los electrónicos de los pads y chips.