La localidad vizcaina de Alonsotegi se ha llenado esta tarde de cientos de personas, entre las que se encuentran las principales personalidades políticas y de la sociedad vasca, para arropar al lehendakari Iñigo Urkullu en el funeral de su madre, Flori Renteria, fallecida recientemente a los 88 años.

La ceremonia se ha celebrado a las seis de la tarde en la parroquia San Bartolomé de la localidad donde residía la mujer. Uno de los asistentes al funeral ha sido el candidato a lehendakari por el PNV en las próximas elecciones autonómicas, Imanol Pradales, que se ha fundido en un abrazo con Urkullu a la hora de darle el pésame.

Las honras fúnebres se han celebrado en la intimidad familiar, con la presencia del lehendakari, acompañado de su esposa, Lucía Arieta-Arauñabena.

Durante la mañana del martes, un escueto comunicado de Lehendakaritza informaba de la suspensión de la agenda de Urkullu debido a la hospitalización con un estado de salud delicado de la madre del lehendakari. Horas después, fallecía en Durango acompañada de su hijo.