El parque de Pinosolo cuenta con un nuevo inquilino. Tiene unas cejas muy pobladas, una redonda nariz y unos ojos azules muy llamativos. Se trata de una recreación de Basajaun, elaborada, fundamentalmente, con plantas y elementos naturales reciclados, que se encuentra en el primero de los senderos que se dirige al estanque de este pulmón verde leioaztarra.

Lander Álvarez de Eulate, jardinero municipal, es el artífice de la idea, de los bocetos iniciales y de trasladar la propuesta al Ayuntamiento, que la aceptó “desde el primer momento”, reconocieron ayer desde el equipo de gobierno. La producción ha durado alrededor de un año y durante todo el proceso, Lander ha contado con la colaboración y el trabajo de la unidad de jardinería de Leioa y, sobre todo, de su compañero de brigada Mikel Ibánez de Aldekoa.

Para dar forma a este Basajaun se han elegido y colocado minuciosamente diferentes tipos de plantas y materiales de madera, vistosos, llamativos y también duraderos, así como adecuados según la ubicación y la climatología de la zona. Los ojos de Basajaun son los únicos detalles que no están hechos a base de plantas o de la naturaleza. Para su elaboración se ha contado con la ayuda de Eider Libano, de Sortzen Ludoteka Artistikoa; ella se ha encargado de las piezas y de pintarlas y el resultado es una intensa mirada azulada.

La pretensión del Consistorio es que Basajaun sea el primero de una serie de seres mitológicos que, por su relación con la naturaleza, le acompañen bien en Pinosolo o en otras zonas verdes de la localidad. Y es que el objetivo del equipo de gobierno de Leioa con la incorporación de esta figura de Basajaun es triple: por un lado, pretende ser un elemento atractivo que invite a la ciudadanía a pasear y disfrutar de Pinosolo; por el otro, recordar y sensibilizar sobre la importancia de cuidar la naturaleza y, por último, poner en valor no solo las zonas verdes de Leioa sino también el patrimonio cultural vasco, como la mitología.

Pinosolo, por lo tanto, añade un ingrediente más a sus encantos. Es un espacio de 7 hectáreas donde está el estanque y multitud de especies vegetales, exóticas, foráneas y autóctonas (como abedules, acacias, cerezos, chopos, eucaliptos...) que dan sustento y cobijo a un abundante elenco faunístico: lechuzas, petirrojos (unas 60 especies de aves), y también ardillas, comadrejas, erizos, murciélagos...