Para que se puedan evitar los hechos como los acontecidos durante la madrugada de Año Nuevo, cuando alguien lanzó una botella contra el cristal del balcón de una de las viviendas situadas en la plaza Matute, la administración local ha decidido de cara a este fin de semana reforzar las medidas de seguridad para evitar botellones e incidentes que puedan afectar a la convivencia ciudadana. Por ello, la Policía Municipal y la Ertzaintza reforzarán la vigilancia en las zonas en las que habitualmente se reúne la gente para hacer litros y en caso de no atender las advertencias de las autoridades se interpondrán las correspondientes multas.
Sin duda, el último episodio acontecido ha motivado la decisión de incrementar los controles para garantizar la seguridad en los días de fiesta y celebración. En este sentido, el Ayuntamiento de Durango ha condenado con rotundidad los incidentes ocurridos en la plaza Matute durante los días festivos.
Teniendo en cuenta que los próximos días también serán días de fiesta y celebración en Durango con motivo de la festividad de Reyes, el Consistorio ha decidido reforzar las medidas para evitar botellones. “Entendemos y somos conscientes de que la gente quiere divertirse; pero no de esta manera. La diversión de unos no puede ser a costa del descanso de otros, y mucho menos tolerar ataques a viviendas o espacios privados”, advirtió la alcaldesa Mireia Elkoroiribe en referencia al suceso.
PUNTO DE ENCUENTRO
Sin embargo, no es la primera vez que el vecindario de la plaza Matute muestra su indignación ante este tipo de hechos. Y es que, este espacio situado en las inmediaciones del Casco Viejo durangarra, se ha convertido en un punto de encuentro para la juventud.
Por ello, los vecinos reclaman más presencia policial y piden que se adopten medidas ante lo que está ocurriendo en esta pequeña plaza todos los fines de semana, en la que los ruidos y la suciedad son una constante; ahora se suman actos vandálicos. “Tal vez se tengan que poner con el coche para disuadir porque en muchas ocasiones los vehículos aparecen también con los espejos retrovisores rotos”, denuncian, añadiendo que “lo que ha habido aquí de una a cinco de la mañana –en referencia a la madrugada de Año Nuevo– ha sido terrible, parecía la Segunda Guerra Mundial”. Por suerte, el incidente de la botella quedó en un susto, pero “podía haber caído la botella encima de alguien”, recuerda el vecino afectado.