“Sonó como una bomba”, acertaba a definir Carmelo Guzman, un vecino del barrio de Abanto de Suso que al igual que numerosos habitantes de otras localizaciones del municipio de Abanto-Zierbena como Santa Juliana, San Miguel, Peñucas, todas ellas en la zona de Gallarta se vieron sobresaltados poco antes de la medianoche del viernes por un pequeño terremoto de 1,7 grados en la escala de Richter. El temblor también se dejó sentir en otras barriadas como el grupo Doctor Areilza, Santa Lucía en Sanfuentes o Putxeta en Las Carreras.

“Fue muy breve pero el estruendo fue bastante fuerte. Recordó a los petardazos que en los últimos años de funcionamiento de la mina se daban en la zona entre Kotorrio y Putxeta. De hecho tras la sacudida la gente salió a la calle al ver que algunos muebles se movían”, explicaba ayer aún con el susto en el cuerpo Ricardo S., vecino del barrio de Kotorrio situado en las cercanías de la curva donde en 1999 se hundió una galería que se tragó una chatarrería y una vivienda unifamiliar.

Según indicaron ayer fuentes del Instituto Geográfico Nacional (IGN), el temblor de la tierra fue de intensidad débil, se le otorgo la categoría 3 de la 12 existentes, y estuvo caracterizado por que “es sentido por algunos dentro de edificios. Las personas en reposo sienten un balanceo o ligero temblor. Los objetos colgados oscilan levemente”, según recoge la documentación del ING.

Unos sí, otros no

Este carácter débil del miniterremoto registrado exactamente a las 23.53 horas del viernes explica las divergencias que expresan algunos de los vecinos de los diferentes barrios sobre la intensidad con el que vivieron el fenómeno.

“Mi madre vive en un bajo en la zona de Peñucas y dice que no se enteró de nada y sin embargo un vecino suyo del barrio que tiene su casa a escasos 20 metros en un quinto piso decía que se levantó aturdido pensando que se había caído de la cama”, comenta Juan C. H, vecino de la zona de Sanfuentes cercana al gasolinera de El Casal que tampoco se percató del temblor.

Los que sí lo notaron fueron los operarios telefónicos de SOS Deiak que recibieron en la centra de emergencias numerosas llamadas refiriendo el temblor ocurrido en la zona minera.

La nocturnidad del sobresalto hizo que en un primer momento las redes sociales acogieran todo tipo de especulaciones sobre la causa de la deflagración y la onda expansiva. Hubo quien planteaba que la causa podía ser desde un accidente en la cercana refinería de Petronor hasta que el incidente fuera causado también por el cambio climático. Hubo otras teorías pero la que más peso tuvo fue que se hubiera producido algún incidente en las cámaras de la mina de Bodovalle que atraviesan buena parte del subsuelo del barrio de Gallarta y que en la actualidad acogen labores de aseguramiento de varias cámaras mediante un relleno controlado de las mismas. De hecho, ayer se vieron algunas patrullas de la Ertzaintza en los alrededores de la gran boca de la mina de Bodovalle. Hay que tener en cuenta que el subsuelo de toda esta zona está horadado por túneles y galerías generados con la profusión de extracción de minerales de los pasados siglos XIX y XX.

Finalmente el IGN puso fin a la diatriba señalando que se había registrado un terremoto cuyo epicentro se encontraba en el vecino municipio de Muskiz detallándose su ubicación a una profundidad de 10 kilómetros bajo los terrenos situados entre los barrios de Las Llanas y Villanueva.

“Nosotros en Muskiz no tenemos noticia de que la gente haya notado el temblor y la verdad es que nos ha dejado sorprendidos porque pensábamos que esta zona no tenía riesgo de terremotos y ya ves”, relataba el alcalde de Muskiz, Edu Briones.

Su homólogo abantoarra, Iñaki del Cura, pasó buena parte de la mañana contactando con diferentes servicios oficiales para conocer las causas y efectos del terremoto y posteriormente se acercó a varias zonas del municipio para recoger las impresiones de sus vecinos.

De hecho el canal municipal de whatsapp animó a los vecinos a colaborar con el IGN rellenando el cuestionario de la Red Sísmica Nacional.

“Por lo que hemos podido recabar ha sido un terremoto de baja intensidad que afortunadamente no ha causado daños más allá del lógico sobresalto generado por el seísmo. Pensamos que en este caso las cámaras de la mina han propagación hacia nuestro municipio”, apuntó Urrutia.

En 2007 el Gobierno vasco elaboró un plan de Emergencia ante Riesgo Sísmico ante el cambio de la línea de posibles terremotos realizado por el IGN. De todas formas Bizkaia no es zona de sismos concentrándose la mayor posibilidad en las zonas más orientales de Araba y Gipuzkoa que pueden estar expuestos a movimientos de intensidad superior a VI. l

El apunte

Sin posibles réplicas. Debido a la baja intensidad del movimiento de la tierra y la lejanía de zonas de seismos algunos expertos consultados opinaban que sería muy extraño que se pudieran registrar algún tipo de réplica del miniterromoto del viernes en las próximas horas.

Zona de escasa sismicidad. Euskadi es una zona geográfica donde apenas se han producidos sismos y los ocurridos han sido de baja intensidad. Según los datos históricos del ING en Bizkaia se han producido desde el siglo XIX nueve pequeños seismos en diferentes zonas.