Son mujeres, y en demasiadas ocasiones también sus hijos, que tienen que salir de casa casi con lo puesto para huir de su agresor y dejar atrás su pesadilla de malos tratos. Las víctimas de violencia machista acogidas por la Diputación se han más que duplicado en los últimos ocho años, pasando de las 107 atendidas en 2014 a las 285 de 2022. Ello ha llevado a la institución foral a tener que incrementar los recursos que destina a acompañar a estas mujeres, superando, hasta que termine este año, las 200 plazas tanto de urgencia como de media estancia. “No ha habido ni una sola víctima de violencia machista que precisara de nuestra ayuda y acompañamiento que haya quedado desatendida”, afirmó ayer miércoles la diputada de Empleo, Cohesión Social e Igualdad, Teresa Laespada.
La demanda de ayuda y acompañamiento a mujeres víctimas de violencia machista, y menores o personas a su cargo, se ha incrementado de forma notable en los últimos años en el territorio. En el año 2014 fueron atendidas 107 mujeres y sus hijos, una cifra que siete años después, en 2021, se había disparado hasta las 228; el ejercicio pasado, fueron 285. Un incremento “sustancial”, en palabras de Teresa Laespada, consecuencia de la preocupante evolución de las cifras de violencia machista. De seguir la tendencia actual, con 1.688 casos de agresiones sexistas en el primer semestre, convertirá este 2023 en el año más negro para las mujeres de la historia de Bizkaia.
Ante esa realidad, la Diputación ha tenido que ir incrementando los recursos que destina a atender a estas mujeres y sus hijos. Solo en el centro de acogida inmediata y de urgencia, al que llegan en un primer momento antes de ser derivadas a otros espacios o programas dependiendo de sus necesidades, las plazas ampliaron de 15 a 24 en 2021, un 60%, y los pisos con apoyo, hasta las 72 plazas para mujeres que no precisan atención de alta intensidad, lo que se denomina media estancia, que además se completan con un centro específico para estos casos, de 32 plazas, y las 42 que se han habilitado en dos centros residenciales para personas jóvenes, en el que ahora también se admiten a aquellas que han sufrido violencia machista así como sus hijos e hijas.
Solo el año pasado, en esos recursos de urgencia fueron acogidas 285 mujeres junto a sus hijos a cargo, con una estancia media de 32 días. En las plazas de media estancia, por su parte, fueron casi 200; lo normal es que se alojen en estos centros y pisos durante diez meses, una media de 309 días, hasta que pueden desarrollar un proyecto de vida con menos apoyos tras superar el trance del maltrato que, en demasiados casos, han sufrido demasiado tiempo.
Un total de 170 plazas que se incrementarán en otras 41, hasta alcanzar las 211, antes de que termine este año, con 11 más en pisos y 30 en un nuevo centro de media estancia. Esos recursos se complementa con “oferta alojativa en residencias, estudios, recursos hosteleros... todos con acompañamiento educativo y acompañamiento de recursos residenciales”, relató la diputada de Igualdad. “Todos los recursos que se han desplegado van con el acompañamiento de Diputación”, insistió la diputada, que también recordó la red de recursos de acogida de los municipios y mancomunidades adheridas para “compartir en caso de necesitar sus recursos”.
Por todo ello, defendió que en Bizkaia no ha quedado “ni una sola víctima sin atender, aunque estén llegando más a nuestros servicios. Hemos hecho todo lo que teníamos que hacer para que puedan ser atendidas. Ni una sola víctima sin atender, a pesar de que la casuística es dura, es complicada y cada vez las mujeres tienen más dificultades para ser atendidas”.
Asimismo, recordó que, de cara al próximo año, el presupuesto destinado al programa de Mujeres se va a incrementar un 30%. En concreto, el servicio de atención psicológica a víctimas de violencia machista prevé un incremento del 41,75%, acorde con el incremento de atenciones y nuevos puntos de atención descentralizada; se incrementará en un 39,80% los servicios de atención comunitaria para desarrollar nuevos programas de atención a menores víctimas; la puesta en marcha del centro de atención integral para víctimas de violencia sexual requerirá una partida de un millón de euros, y se invertirá un 18% más en los servicios de carácter residencial. “Estamos ampliando los servicios, todo el tiempo y todo el rato, y dando respuesta a todas las mujeres”, reiteró.
“Límites éticos”
Tras detallar estos datos, la diputada foral abogó por establecer “límites éticos” a la hora de abordar estas cuestiones. “Me gustaría más alianzas; esta cuestión tiene que salir del debate partidista”, solicitó a la oposición.
Y es que, previamente, la apoderada de EH Bildu Bea Ilardia había cuestionado la capacidad de atención de la Diputación a las víctimas de la violencia machista. Según la juntera, teniendo en cuenta las plazas disponibles en los recursos forales de acogida y el número de personas atendidas, “podemos concluir que muchas de esas personas no han podido ser atendidas en los recursos forales existentes”. Por ello, preguntó a la responsable del departamento “dónde han sido acogidas las mujeres que no han sido atendidas o no han podido ser mantenidas en dichos recursos forales de acogida”.
Para Ilardia, el importante incremento del número de mujeres que sufren violencia machista deja en evidencia la “escasez” de los recursos forales para “atender a la demanda que viene creciendo exponencialmente en los últimos años. El colapso del sistema es más que evidente”. A la apoderada, admitió, no le salían las cuentas, “con 24 plazas de urgencia, una estancia media de 32 días y 285 mujeres atendidas”. No puso en duda la atención que se les brinda pero sí mostró su preocupación “por el dónde, el cómo y de qué manera”.
Huelga feminista
“Se usa para otros fines”
Destacado. La diputada Acción Social, Amaia Antxustegi, lamentó que la huelga de hoy “se usa para otros objetivos que poco tienen que ver con los cuidados y las condiciones de trabajo de las mujeres, y más tal vez con la cercanía de unas elecciones”. Por el contrario, apostó por utilizar “las herramientas, foros y espacios existentes para construir un modelo de cuidados que realmente ponga a las personas en el centro”, al ser interpelada por Elkarrekin Bizkaia sobre en qué medida va a tener en cuenta sus reivindicaciones para introducir cambios en las políticas de su departamento.
Territorio “pionero”. Tras criticar que la coalición morada no haya “aterrizado” el modelo que propone “más allá de las palabras público y comunitario”, Antxustegi defendió que la Diputación ha sido “pionera” en poner en marcha un plan de transición en los cuidados de larga duración que dé respuesta a “la desfeminización” de los cuidados y a las necesidades de las personas en situación de dependencia.