Entre sus muchas actividades, IMQ Prevención ayuda a las empresas en la elaboración de Planes de Autoprotección, desarrollando a buen ritmo las actividades de formación y capacitación y avanzando en la evaluación de sus riesgos psicosociales para detectar problemas y prevenirlos.

El trágico incendio ocurrido recientemente en Murcia induce a hablar de planes de autoprotección en las empresas. ¿Se están desarrollando a buen ritmo?

Sí. La normativa estatal y autonómica establece en qué tipología de empresas existe la obligación de elaborar, implantar materialmente y mantener operativos Planes de Autoprotección. En IMQ Prevención redactamos Planes de Autoprotección, desarrollamos las actuaciones necesarias para su implantación efectiva y para el mantenimiento de la eficacia del Plan, e informamos y formamos al personal sobre el contenido del mismo y las instrucciones de actuación. Asimismo, participamos y colaboramos en la realización de simulacros, de especial relevancia de cara a actuar en una emergencia real.

¿Qué establece al respecto la Norma Vasca de Autoprotección?

La Norma Vasca de Autoprotección define claramente qué actividades, centros o establecimientos requieren la realización de un Plan de Autoprotección que por sus especiales características puedan dar origen a una situación de emergencia. Su implantación está interiorizada en la mayoría de las organizaciones.

 

¿Qué es lo que hace falta mejorar? 

Vemos espacio de mejora sobre la necesidad de concienciar en todo lo relacionado con los Dispositivos de Riesgos Previsibles (DRP) para actividades de corta duración o con fecha inicio y fin determinada, que a los efectos es como un Plan de Autoprotección reducido y enfocado a analizar la actividad concreta que se va a celebrar (conciertos, festivales, actuaciones en vía pública, fiestas o similares). En cualquier caso, contar con un PAU supone una oportunidad para reducir el riesgo en la organización y mejorar la gestión en materia de seguridad.

¿Cuál es el papel de IMQ Prevención en el diseño e implantación de planes de prevención en las empresas?

Ofrecemos un servicio integrador de gestión preventiva a la medida de cada empresa. IMQ Prevención asignará a un equipo de profesionales que establecerá las actividades preventivas anuales a desarrollar, su seguimiento y dará respuesta a las necesidades de la organización.

¿Hay suficiente concienciación por parte de empresarios y trabajadores acerca de la cultura preventiva?

No todas las organizaciones tienen el mismo nivel de madurez en sus procesos y en la manera de gestionar la seguridad y salud de las personas, presentando niveles de cultura preventiva distintos. En ocasiones hay diferencias entre las percepciones de los trabajadores y las de la línea de mando respecto al clima preventivo. Para conseguir el compromiso compartido de toda la organización hay que trabajar una cultura positiva de seguridad, donde las normas se transformen en valores y todas las personas compartan el objetivo de “Trabajar de forma segura”.

¿Cómo se fomenta?

Partimos de un diagnóstico inicial sobre el nivel de madurez. En base al análisis inicial y a los objetivos planteados, diseñamos junto a la empresa un Plan de Mejora a 2-3 años. Es fundamental contar con el compromiso de la dirección, la participación de todas las personas de la organización, unido a una cultura de aprendizaje y mejora continua.

¿Es la formación una cuestión clave para IMQ Prevención en materia de prevención de riesgos laborales? ¿Cómo la abordan?

Entendemos la formación como una herramienta para proteger la salud y el bienestar de las personas trabajadoras en el desempeño de su actividad profesional. El empresario debe garantizar que cada trabajador reciba una formación teórica y práctica, suficiente y adecuada, en materia preventiva. Disponemos de un amplio catálogo formativo para ofrecer a nuestros clientes, pero además, una de nuestras principales características es la adaptabilidad de nuestras formaciones a las necesidades reales de las empresas. Creando ‘trajes a medida’ según las circunstancias. 

Últimamente se habla mucho de liderazgo saludable. ¿Qué significa?

Consiste en obtener los objetivos de la empresa sin pasar por alto la salud de las personas. Ambos aspectos han de mantenerse en equilibrio. Se trata de un modelo en el que el líder trabaja por y para las personas poniendo el foco en potenciar y desarrollar sus capacidades, favorecer la cohesión grupal y el buen clima de trabajo a través de un modelo de relación saludable. Un líder saludable debe disponer no solo de conocimientos técnicos en su área de competencia sino de las cualidades y habilidades relacionadas con la Inteligencia Emocional.

¿Cómo ayuda IMQ Prevención a conseguirlo en las empresas?

Hay dos enfoques que hay que trabajar de forma paralela. Líder se nace pero también se hace, y la herramienta más potente es a través de un Programa de Inteligencia Emocional, para convertir en líderes a los jefes de equipo o directivos. Dotarles de habilidades que permitan gestionar equipos de trabajo altamente motivados y motivadores. Por otro lado, hay que tener cada vez más claro que el factor humano es el elemento diferenciador de nuestra organización respecto a la competencia. De ahí la importancia de los Programas de Bienestar que trabajan diferentes áreas: Física (nutrición, conciliación corporal, actividad física), Mental (Programa de Adicciones, salud psicoemocional, higiene del sueño) y Social (participación en la comunidad).

¿La evaluación de riesgos psicosociales es fundamental para detectar problemas en las organizaciones?

Tener bien evaluados y gestionados los factores psicosociales es muy importante. Se pueden convertir en un riesgo si no se gestionan adecuadamente, generando situaciones de estrés, burnout… lo que puede ocasionar enfermedades cardiovasculares, fatiga crónica, ansiedad, depresión… En IMQ Prevención llevamos muchos años trabajando en este campo, utilizando la herramienta ICMA37, como metodología de evaluación de factores psicosociales y ponemos a disposición de la empresas una amplia batería de propuestas de acciones correctivas y preventivas en función de cada situación.

También ponen el foco en los protocolos de adicciones...

Según la LEY 1/2016, de Atención Integral de Adicciones y Drogodependencias, elaboramos el Protocolo, así como la puesta en marcha de programas de vigilancia, detección precoz y prevención de las adicciones. El protocolo de adicciones se elabora a través de una comisión de trabajo creada previamente para tal fin, que establece las bases de la gestión que se va a llevar a cabo de cada caso. 

¿Es otro de los frentes en los que es necesario trabajar?

Las acciones preventivas de las adicciones serán promovidas en las empresas y consensuadas por Dirección y Comité de Seguridad y Salud (cuando exista) y /o representantes de las personas trabajadoras. El personal delegado de prevención debe implicarse en facilitar una cultura de salud dentro de la empresa. Se deberán favorecer entornos laborales saludables y libres de sustancias, y colaborar con el resto de los y las agentes implicados en la empresa (RR.HH., Dirección, Comité de seguridad y salud, etc.) en la prevención de las circunstancias que pueden generar o agravar adicciones. Los entornos laborales saludables facilitan y refuerzan la elección de comportamientos saludables a las personas trabajadoras.

¿Cuáles han sido los principales avances de este último año?

Las actividades de formación y capacitación se han desarrollado a muy buen ritmo, alcanzando niveles previos a la pandemia de covid. Hemos introducido una plataforma de realidad virtual para realizar simulaciones y entrenamientos en prevención de riesgos sin poner en peligro a personas o bienes materiales, y mejorando la experiencia de quienes participan en la formación. Al igual que el año pasado, hemos trabajado con intensidad en la realización de evaluaciones de Riesgo Psicosocial, y en el diseño e implantación de “Procedimientos de Gestión e Investigación de Conflictos, Acoso Laboral, Acoso Sexual y Acoso por Razón de Sexo, y Violencia en el Trabajo”.