La gasteiztarra Aitziber González recibió el año pasado el encargo del Ayuntamiento de Elorrio de realizar una investigación sobre los pozos de lino, ubicados en la villa. La trabajadora de la empresa de arqueología y documentación Ondare Babesa, ofrecerá esta tarde una charla, a partir de las 19.00 horas, en Iturri Kultur Etxea, donde dará a conocer las conclusiones alcanzadas tras su estudio.

Tal y como cuenta la arqueóloga, antiguamente se extraía la materia prima para confeccionar la ropa de las plantas de lino y se depositaba durante varios días en pozos construidos a orillas y alrededores de los ríos para que el agua ablandara el material. Estos pozos se utilizaron en la villa hasta los años 30, cuando la ropa comenzó a fabricarse de forma industrial con algodón o tejidos sintéticos. En base al trabajo de documentación realizado por Aitziber González, se sabe que desde al menos el siglo XVI ha habido pozos de lino en la localidad. “Un legado que, sin embargo, no es tan conocido. El tratamiento del lino, como el de muchas tareas domésticas, ha sido llevado a cabo por las mujeres y es sabido que se ha dado menos importancia a las acciones que realizaban las mujeres. Por eso hoy las damos casi por perdidas porque no se ha hecho un trabajo de visibilización. En este caso, el Ayuntamiento ha mostrado interés, no tanto por el lino, sino porque era una actividad femenina”, puntualizó la arqueóloga.

Para la investigación, su autora ha contado con la ayuda del elorriarra José Garaizabal. Gracias a él, solamente en el barrio de Zenita ha descubierto cinco estructuras de pozos y contempla la posibilidad de que hubiera otras explotaciones de lino en otros dos rincones. En este sentido, Aitziber González tiene claro que habrá más pozos por el municipio y espera que la charla sirva para compartir conocimientos. “Poder presentar la investigación en el propio pueblo puede contribuir a la identificación de más pozos de lino. Y es que no es sólo una charla para mostrar el patrimonio inmaterial que hay en el pueblo, sino que también se puede crear una red de contactos. La ciudadanía puede aportar más información para ampliar el conocimiento”, animó la investigadora.