Lo significa todo. Balmaseda, Kolitza y montaña forman una sola frase. Todo balmasedano ha subido alguna vez, mucha gente decide esparcir aquí las cenizas de sus seres queridos, incluso ha habido alguna boda... Más que una ruta, se trata de algo personal”, describía el presidente de Balmaseda Mendi Taldea, Jagoba Güemes. A lo largo del año “se organizan tres romerías” a las que este año se ha unido otra con una afluencia masiva en el Día de los Montes Bocineros. Una cita de las Juntas Generales de Bizkaia, en colaboración con las agrupaciones de montaña anfitrionas, donde invitan desde 2004 a reproducir la leyenda de las llamadas a las reuniones en Gernika desde las cinco cimas que nombrara por primera vez el encartado Antonio de Trueba y por las que rota la celebración: además de la sede de ayer, Sollube –que recogió el testigo para el próximo año–, Oiz, Gorbeia y Ganekogorta.

La presidenta de las Juntas Generales, Ana Otadui, agradeció la “colaboración” con las agrupaciones de montaña desde que “hace 18 años se empezó a conmemorar” esta jornada “coincidiendo con el 25 aniversario de la restauración de la institución. Desde entonces “queremos que se convierta en una excusa para hacer un llamamiento a la ciudadanía de Bizkaia a que conozca su parlamento”, animó mientras disfrutaba de la actuación de Eguzki Dan-tza Taldea y sus composiciones.

El paisaje “increíble, extraordinario” del Kolitza enamoró a Amador Primo, de Valladolid, que disfrutó del Día de los Montes Bocineros , al que “seguramente seguiré viniendo” gracias a su amistad con un encartado al que conoció en Salamanca. “Pertenezco a una asociación que promueve el folclore, se llama Besana” y acudió a Balmaseda con su propio cuerno “elaborado por mí con materia prima de Portugal”.

La vaca “de raza Barrosa” del país luso produce unos cuernos “con mucha bocina que emiten sonidos agudos y se oyen desde muy lejos; un cuerno en condiciones puede sonar a una distancia de hasta catorce kilómetros”, detalló Javier Irabien, de Orduña, que los fabrica a la manera artesanal. Mantenerlo “limpio” resulta imprescindible para un óptimo mantenimiento, por lo que “yo los guardo en fundas y así los he traído”. En invierno “los llevamos pegados como un niño para calentar el aire de dentro, porque, si no, al soplar por primera vez el aire caliente el frío no puede salir y falla”.

En imágenes: el Kolitza celebra el Día de los Montes Bocineros Borja Guerrero

Él introdujo “el gusanillo” en Javier Abaurrea, de Gordexola, con quien también comparte implicación en distintas causas solidarias. Los últimos años está recorriendo Enkarterri en retos maratonianos para recaudar fondos a beneficio de la Asociación de Cáncer de Mama y/o Ginecológico de Bizkaia, Acambi, pero Javier Abaurrea saca tiempo para tocar el cuerno, “como hago desde hace casi una década”. Lo transporta allá donde puede, incluso “en Machu Picchu, donde alucinaron con él a pesar de que tienen tradición de tocar cuernos y caracolas”. En un guiño a su viaje a Perú mandó tallar en el suyo “uno de los dibujos de las líneas de Nazca”, que convive con otros motivos, como la baldosa de Bilbao, una piedra como las que levantan los harrijasotzailes, el lazo rosa contra el cáncer de mama y una frase: “hay que dormir ocho horas y trabajar ocho horas, pero no las mismas”.

Trabajo no faltó a los componentes de la Cofradía de la Putxera que se afanaron en cocinar “desde las seis de la mañana y vigilándolas entre cuatro y cinco horas” catorce ollas ferroviarias de las que se sirvieron 700 raciones de alubias, contó Jokin Salaberri. Un menú infalible en la villa, incluso con los más de treinta grados que se registraron. Todo por el Kolitza: “una de nuestras señas identidad y ya no puede haber más lujo que juntarlo con la putxera”.

Con una temperatura propia de verano, además del azul del cielo y el verde del paisaje se vieron amarillo y negro en camisetas y banderas tras la pancarta de la protesta convocada por plataformas ciudadanas lideradas por Enkarterrin Makroeolikorik Ez contra los tres proyectos de parques eólicos en Enkarterri. Uno en Artzentales, Galdames, Muskiz y Sopuerta y dos cerca del escenario de la fiesta mendizale.

Molinos cerca

El alcalde de la villa, Alfonso San Vicente, puso en valor “la historia de este símbolo de Balmaseda y de todo Enkarterri”. Por ello, el regidor jeltzale quiso “volver a recalcar que creo que tanto el Ayuntamiento como el resto de gente que hemos venido hoy no estamos de acuerdo con la ubicación de estos molinos en el monte Kolitza, considero que hay otros sitios”. Además de presentar alegaciones al Plan Territorial Sectorial de Energías Renovables del Gobierno vasco, “estamos manteniendo conversaciones con otras instituciones ”, desveló sobre los once aerogeneradores repartidos en dos parques eólicos en tramitación. Generarían “un desastre ecológico y social, si ya dicen que somos una zona pobre, la empobrecería aún más”, manifestaron, por su parte, desde Enkarterrin Makroeolikorik Ez. La concentración se repitió en las otras cumbres bocineras “por una transición energética justa con las personas y respetuosa con el medio ambiente”.