Reto conseguido, como diría mi amigo lesakarra Julian Iantzi Mitxelena. Era para mí un sueño fijar la cruz más grande construida en la cristiandad en una montaña, la nuestra, en lo que siempre hemos llamado techo de Europa. Ojo, ahora no, porque enseguida te sacan cantares, ya que es el volcán Elbrús el de mayor altitud. La montaña blanca de Alpes, que, en parte, representó el motor que dio impulso al alpinismo, es mi cumbre más alta y, por ello, le tengo un cariño especial.

Quien llevó consigo la cruz fue Pablo Carazo, buen amigo y gran montañero de Ugao, perteneciente al Baskonia Mendi Taldea y a Ugao Trekking Taldea. El 8 de julio cumplió 50 años y con motivo de esta celebración le regalaron esta réplica pequeña que subió en la mochila a los 4.810 metros de altitud de este coloso. Todo en una fiesta sorpresa que le organizó su mujer, Aitziber Bergaretxe. Por cierto, quien quiera tener una réplica de este símbolo tan solo tiene que acercarse a Udiarraga Estankoa, que se encuentra en Miravalles.

Carazo primero cogió la pequeñita cruz de Gorbeia y la subió a la gran cruz de Gorbeia el día de san Ignacio de Loiola, 31 de julio. Entonces decidió meterla en la mochila y transportarla en su viaje a Chamonix.

La réplica de la cruz presidió por unos minutos la cima del emblemático monte. IÑAKI GARCÍA URIBE

Por más que se pueda creer a mi pregunta de si estaba todo organizado, me contesta Pablo: “no fue una cosa premeditada, sino improvisada y sin afán alguno de protagonismo, me hacía mucha ilusión subirla”. Le contesté que a mí más.

Lo hizo el 10 de agosto, hace hoy justo un mes, con el guía de montaña de Artea, Josu Linaza, cuyo trabajo, más bien devoción, consiste en ayudar a sus clientes a aclimatar (hay que tener en cuenta que en la cumbre de este montaña solo se dispone del 60% del oxígeno del que disponemos a nivel del mar) y lograr sus objetivos en cimas más o menos complicadas o travesías. Salieron del refugio de Tête Rousse a las 2.45 de la madrugada y el ascenso, incluida la temible bolera, les supuso seis horas. Un día espléndido el elegido, mucha visibilidad, poco frío en la cumbre, sólo ocho bajo cero y viento de 60 kilómetros por hora. Tras el descenso pernoctaron en el maravilloso y recién renovado refugio de Goûter, colgado al abismo. Cenaron queso, sopa, chuleta de cerdo y arroz con leche, y a la mañana siguiente, descendieron el Grand Couloir hasta Chamonix.

Panorámica.

Las diez montañas más altas de Europa son Elbrús (5.642 metros), Dij-Tau (5.205), Shijhaja (5.193), Koshtan-Tau (5.151), Kazbek (5.047), Pico Tetnuldi  (4.852), Mont Blanc (4.810), Dehimara (4.780), Ushba (4.710) y Dufour (4.643).

Hemos hecho historia uniendo Gorbeia con Alpes.  Ahora el reto pasa al Kilimanjaro y el Aconcagua. Voluntarios en llevarla, contacten conmigo.