La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Abanto Zierbena, Ana Miren Prada, disfrutó ayer como cargo público de su primera Burdinjaitxo, la antesala de la venidera Burdinjaia que a una escala mayor rinde bienalmente un homenaje popular a la cultura minera del municipio.

Desde el Museo de la Minería del País vasco, sus responsables son conscientes de las diferentes magnitudes de una y otra “pero tal y como se ha desarrollado esta nueva edición de la feria estamos muy satisfechos de comprobar que la cultura minera tiene atractivo para mucha gente y jornadas como ésta que apuestan por difundirla lo han puesto de manifiesto”, señalaban desde el museo de Campodiego. El evento superó los 800 visitantes y pudo verse a representantes políticos y culturales de la localidad, pero también de otros municipios pertenecientes a la comarca.

Burdinjaitxo acogió este año un mercadillo de productos artesanos, autóctonos y segunda mano. E. Z.

Unos y otros coparon los diferentes espacios del museo minero, desde las alas interiores donde se diseminan diferentes colecciones de minerales y elementos propios de la industria minera y siderúrgica, hasta las diferentes piezas de la colección exterior así como la taberna minera y la fragua donde a las 13.00 se ofrecieron a los visitantes raciones de chorizo a la sidra y morcilla acompañados de sidra o refrescos, especialmente demandados dadas las altas temperaturas que se dieron a lo largo de toda la jornada.

Una amplia respuesta popular a la que, sin duda, ha contribuido la puesta en marcha de un animado mercadillo frente a la Ekoetxea de Meatzaldea. En él participaron una docena de puestos de artesanos y productores locales y asociaciones como Bere Ahotsa, que tiene como objetivo la defensa del bienestar de los animales de la Zona Minera de Bizkaia. Otra asociación del municipio, Beti Sahararekin, se encargó de abrir la jornada festiva con una charla sobre la situación del Sahara tras su reconocimiento como parte de Marruecos. Un vistazo a la actualidad de este pueblo que mantiene estrechos lazos con el municipio minero y que ayer se hizo patente con la actuación del grupo de danzas vascas Meatzaldeko Harrigorria Dantza Taldea que se completó con varios bailes del Sáhara.

Todas las alas del museo, incluida la taberna minera acogieron un constante goteo de visitantes. E. Z.

Chorizo a la fragua

En la cita de reconocimiento a la cultura minera no faltaron ni los concursos de rana para adultos e infantiles, ni la sesión de cuenta cuentos, con el muskiztarra Alberto Bargos, ni el taller de dibujo y de pintacaras a cargo de Bere Ahotsa. El chorizo a la fragua, un acto que siempre se vuelve multitudinario puso de relieve el imprescindible papel que en estas celebraciones –pero también en la marcha diaria del museo y su asociación– juegan los voluntarios y voluntarias del museo, que ayer aparecieron incansables al desaliento. A las 15.00 comenzó la comida popular, a cuyo termino se celebró una nueva edición del campeonato mundial de carga de vagonetas. La feria Burdinjaitxo se cerró con el concierto de las ortuellarras Ar Gauak (Ana Vellarino y Ruth Vega) y su banda.