Cubrir el velódromo de Berriz es una las inversiones más importantes que ejecutará la Mancomunidad de Durangaldea y una de las apuestas estratégicas de la legislatura iniciada hace cuatro años por la jeltzale Mireia Elkoroiribe como presidenta del ente comarcal, ahora en funciones hasta que se lleve a cabo la nueva constitución este mes de septiembre. Como primer paso el órgano supramunicipal ha adjudicado a la empresa Artabe Arquitectos por un importe de 273.788,59 euros, la redacción del proyecto básico, proyecto de ejecución y dirección de obra para la cubrición de la instalación deportiva, una importante actuación, que cuenta con el respaldo de la Diputación Foral de Bizkaia y las federaciones de ciclismo. El trabajo deberá estar completado en el plazo de 13 meses, y a partir de ahí, se podrá sacar la obra a licitación pública, con la previsión de poder comenzar las obras el próximo 2025.

4,5 millones

“Este proyecto supone un paso fundamental en el impulso a la bicicleta en la comarca, que ayudará a convertir Durangaldea en el Km 0 de la bicicleta, al aunar ciclismo en pista, carretera, BTT y ciclocross, y albergar un Centro de Alto Rendimiento de ciclismo”, adelantan desde el ente comarcal. La actuación supondrá una inversión estimada de 4,5 millones de euros, para cuya cofinanciación la Mancomunidad mantuvo reuniones a principios de año para tratar de alcanzar acuerdos con Diputación y el Gobierno vasco.

El anteproyecto prevé una nueva zona de pista de madera, una zona pelouse con acceso directo de vehículos desde el exterior de la instalación, edificio de servicios con dependencias auxiliares para dar cabida también al futuro centro de BTT; se remodelará también el edificio de graderío y el conjunto de las instalaciones de iluminación, climatización, sonido, etc. con el objetivo de modernizarlas y ajustarse a criterios de sostenibilidad y eficiencia energética. “Hemos trabajado mucho para sacar adelante esta iniciativa para Durangaldea. Es un proyecto muy ambicioso, que cuenta con el respaldo de las instituciones y que supone un revulsivo para impulsar la bicicleta y hacer del ciclismo un nuevo motor de crecimiento de Durangaldea y Euskadi”, explicó ayer la presidenta en funciones de la Mancomunidad, Mireia Elkoroiribe.

El velódromo de Berriz se construyó en 1980 siendo una infraestructura de referencia, pero la meteorología propia de Euskadi hace conveniente cubrirlo para optimizar la instalación y favorecer nuevos usos de alto valor. “A la apuesta de las instituciones por impulsar la actividad física y la movilidad en bicicleta, y el hecho de que la zona cuente ya con importantes infraestructuras ciclables complementarias, se añade la ubicación estratégica de Berriz, el apoyo de las federaciones vizcaina y vasca al proyecto, y del Consejo Superior de Deportes que comparte la necesidad de tener un velódromo cubierto de madera en la península que pueda albergar el Centro de Alto Rendimiento”, añadió Elkoroiribe.