Los números de EuskarAbentura son enormes: cuarta edición, 125 jóvenes, 800 kilómetros, 31 días, 32 municipios... Tras esas cifras está el propósito, el anhelo, el deseo de una asociación sin ánimo de lucro creada por jóvenes de Euskal Herria que coincidieron en el festival de Boise (Estados Unidos) de 2015. Allí empezó a revolotear el sueño y, después de tres años de trabajo voluntario y la llegada de varios miembros más, EuskarAbentura vio la luz en julio de 2018: una expedición, fundamentalmente a pie, para jóvenes provenientes tanto de los siete territorios vascos como de la diáspora para recorrer la geografía vasca y conocer la cultura e historia, con el firme objetivo de normalizar y promocionar el uso del euskera.
Actualmente, hay nueve personas en la agrupación que también se llama EuskarAbentura, algunas de las cuales participaron, hace años, en la Ruta Quetzal. A partir de aquellos recuerdos nació la idea de crear una versión vasca de aquella expedición, pero con el uso del euskera entre la juventud por bandera. Por lo tanto, EuskarAbentura pretende mezclar y poner en contacto a chicas y chicos procedentes de realidades lingüísticas, sociales, económicas y culturales muy diversas para que, durante un mes, vivan en euskera esta experiencia que los lleva a conocer la tierra de su idioma en un sentido amplio. El proyecto busca, además, que la red de relaciones creada durante 30 días perdure más allá de la expedición. Así, la gran caminata se apoya en: impulsar el uso del euskera entre la juventud; crear y enriquecer una nueva red de jóvenes euskaldunes y garantizar la transmisión del patrimonio natural, histórico y cultural de Euskal Herria. En este sentido, la aventura también consta de excursiones a la montaña, visitas para conocer el patrimonio de cada territorio, seminarios, talleres e iniciativas diversas.
Cada año, este proyecto ha ido asentándose y creciendo. De hecho, durante esta edición, los investigadores de la UPV/EHU Iker Azler García e Iñigo Urrestarazu están indagando en la evolución de la pronunciación de los participantes, basándose en datos recopilados antes, durante y después del viaje. Junto a ellos, Irati Fernández es la técnica de euskera encargada de la investigación longitudinal que financia el Gobierno vasco sobre la influencia de EuskarAbentura en los usos y actitudes lingüísticas de los jóvenes.