Traviesas ferroviarias a modo de columnas y dos puertas de forja dotadas con automatismo electrónico de apertura y cierre forman desde esta semana parte de la estructura del Museo de la Minería del País Vasco, en Gallarta. Una modernización contemplada en el conjunto de obras de la primera fase de mejora de la parte posterior del museo que mejorará la conexión de su entorno más inmediato, “generando un anillo continuo y accesible mediante la sustitución del actual pavimento y el acondicionamiento del entorno posterior del edificio principal del museo”, describieron.
Esta nueva intervención cuenta con un presupuesto de unos 170.000 y da continuidad a las obras de urbanización del área de acceso delantera del museo. “Este espacio de entrada y aparcamiento tendrá la posibilidad de conectarse con la zona expositiva trasera –generando un entorno continuo– que disponga de una única lectura entorno al museo”, destacan desde la pinacoteca gallartina, que pone de relieve que las obras cumplirán las medidas de accesibilidad.
Esta fase abarca una superficie de 1.038 metros cuadrados, en la que se acometerá la sustitución del suelo de la zona posterior del museo por un hormigón impreso similar al existente en el acceso principal al recinto. Además, junto a la casa minera recién restaurada y el baño público exterior se creará una pequeña plaza con bancos y una fuente de agua potable. La obra permitirá, igualmente, la creación de una amplia zona abierta –junto a la cantina Peñasco de Mendiola– que permitirá la puesta en marcha de diferentes actividades al aire libre y que contará con varias gradas en una de las laderas de la parcela.