Se queda sin palabras a la hora de describir lo que siente cada vez que se sube a su moto. El elorriarra Josu Arrinda lleva nueve años competiendo en el campeonato de Euskadi de enduro, en la categoría senior. Se trata de una modalidad de motociclismo que se practica monte a través en campo abierto y de momento los resultados le acompañan. Tras cinco etapas disputadas, Arrinda se ha colocado primero en la clasificación. “La moto me da la vida, me da libertad y me permite cambiar de aires; no hay otra cosa que aporte la misma sensación que me deja la moto después de andar en ella. La verdad que no tendría palabras para describirlo”, asegura.

“Es un deporte caro donde hacen falta ayudas”, subraya el joven que dio sus primeras rodadas en el monte a través con 20 años y que en breve cumplirá una década participando en el campeonato de Euskadi subido a su Gas Gas 330. Una pasión que le acompaña desde pequeño y que le viene de familia. Precisamente su aita fue la persona que le transmitió ese sentimiento por la velocidad que descubrió con apenas doce años. “Tengo recuerdos encima de la moto siendo un niño con mi padre y mi tío. Siempre les ha gustado y después empecé también a practicarlo con mi primo, que ha llegado a ser campeón de Euskadi de motocross. Estoy federado en la Federación Española de Motociclismo y pago 500 euros de licencia al año. A esto hay que sumarle que cada carrera son 55 euros, mantenimiento de la moto, seguro, impuesto de circulación más desplazamientos. Es un deporte muy caro donde hay que invertir dinero y las ayudas son escasas”, lamenta el piloto elorriarra.

En la actualidad, ha disputado cinco de las diez carreras que conforman el campeonato de Euskadi subiéndose de momento a lo más alto de la clasificación con el propósito fundamental de mantener el liderato hasta el final. Desde que arrancó la competición en el mes de febrero, la siguiente prueba será a finales de este mes de julio en Cantabria durante todo un fin de semana y después llegará el parón veraniego. Y es que, por las altas temperaturas y el riesgo de incendios, la competición se detiene hasta retomarla en el mes de septiembre. “Nunca he ganado el campeonato de Euskadi y la verdad que me motiva mucho la posibilidad de conseguirlo. Este año me están respetando las lesiones y es un reto personal poder terminar primero porque siempre me ha pasado algo para no conseguirlo. Tengo grabado un año en el que a falta de una carrera perdí el liderato; estoy esforzándome más de lo normal para quitarme esa espinita que tengo clavada y es algo que no tiene nada que ver con lo económico o material; es por superar ese bache que tengo ahí”, reconoce.

El joven piloto lleva años compitiendo en la modalidad de enduro. J. Arrinda

Preparación

La pasión por el motociclismo está arraigada en el municipio de Elorrio y en este sentido, son varios los jóvenes que compiten en diferentes categorías de esta disciplina. En lo que a la preparación se refiere, Arrinda relata que intenta dedicarle el mayor número de horas posibles a subirse encima de su moto. Lo hace una vez termina su jornada laboral y sobre todo en época estival que es cuando anochece más tarde. “Trabajo a jornada partida en un taller, salgo a las siete de la tarde y ahora en verano es cuando aprovecho para entrenar varios días entre semana unas dos horas aproximadamente en el monte porque el día es más largo y luego los fines de semanas. De vez en cuando también vamos a circuitos privados en Burgos para poder mejorar encima de la moto”, repasa sobre sus entrenamientos.

No cabe duda de que la experiencia siempre es un grado y ocurre también en el motociclismo. En este sentido, el piloto afirma que “tengo otro poso encima de la moto y ya no voy tan loco como antes”. Fruto de su inconsciencia por momentos, seguro que decisiva también para ser un buen piloto, cuenta con un amplio currículum de lesiones: roturas de dedos de las manos, las dos rodillas operadas de menisco y ligamento cruzado, roturas de dos dedos del pie, rotura de escafoides, esguinces... “En todas las temporadas me he acabado lesionando. Es un deporte que requiere mucha exigencia física; en una carrera podemos estar cuatro o cinco horas encima de la moto por el monte salvando muchos obstáculos, con todo lo que conlleva conducirla y aunque en el ámbito deportivo no me preparo en exceso sí que es verdad que hay que estar físicamente bien. Intento hacer muchas horas encima de la moto y antes de una carrera intento cuidar un poco las comidas, pero intento disfrutar la vida. Lo que espero es que este año me respeten las lesiones y pueda terminar primero”, desea ilusionado el piloto que también compite en la modalidad cross country donde mantiene la segunda posición.