Los gatos pintores se han quedado con ese nombre. ¿Por qué no? Eran y son pintores porque vivían en la antigua fábrica Pinturas Internacionales de Lutxana. Allí llevaban una década, pero el año pasado, ante la confirmación de que iba a ser derruida, tuvieron que mudarse y este verano cumplirán un año ya en su nuevo hogar, un terreno en Altzaga, cedido por el Ayuntamiento de Erandio, que servía para acopio de materiales. Esta es una descripción muy resumida que no recoge la angustia de sus cuidadoras ante el temor de qué iba a pasar con los felinos, la ola de apoyos que recibieron, la laboriosísima tarea de trasladar a la colonia de más de ¡30 miembros!, las manos que echaron un cable, la implicación del Ayuntamiento, el esfuerzo por preparar y mantener la nueva morada gatuna…

“Estaremos siempre muy, muy agradecidas a todos los que nos ayudaron”, destacan al mirar atrás Marijose, Fe y Bego, las hadas madrinas de los gatos pintores. Siguen siéndolo. Junto a Manu y más colaboradores que arriman el hombro como pueden, atienden a los animales en un espacio al aire libre pero cerrado para que no escapen. En estos casi doce meses, han puesto unas tejavanas que les dan sombra, han plantado setos y arbustos, han colocado miradores, tienen palés, areneros, también casetas que ha donado la gente, camitas, comederos, cojines, mantas, sillas… Se les ve estupendamente a los gatos. “Yo creo que están bien, los veo jugar mucho”, opina Marijose. “Teníamos dudas de si iba a ser un lugar pequeño, pero bueno, al final los gatos son de estar en un sitio muy concreto y yo los veo bastante cómodos”, apunta Bego. Prácticamente, son los mismos que salieron de la fábrica de pinturas, bueno, más otros tres que aparecieron de repente; sólo ha habido seis bajas por enfermedad o por la edad. Están todos esterilizados. “Unos se te acercan, otros son más esquivos… Lo normal”, indica Fe. “¡Menudo verano el del año pasado!”, exclama Bego al recordar cómo los cogieron, cómo fue el transporte, la adaptación… Unos meses de julio y agosto tremendos. Todo ello precedido, semanas antes, de la enorme preocupación cuando se enteraron de la demolición de la vieja fábrica (que aún no ha sido consumada, pero se llevará a cabo como parte fundamental de la regeneración urbana de Lutxana tras la venta de los suelos por parte de los herederos una vez que falleció el dueño).

En imágenes: Los ‘gatos pintores’ cumplen un año en su nuevo hogar de Erandio M. Hernández

Son sentimientos y horas de tiempo y dedicación que no todo el mundo entiende… cosas de las locas de los gatos, ¿no? Quizás no hace falta que se comprenda ni se comparta, pero sí es necesaria una aceptación de los gatos de la calle. Es uno de los temas generales que brotan en la conversación durante esta visita a las instalaciones de los gatos pintores. “Hay mucho desconocimiento sobre las colonias felinas que están controladas y sobre lo que supone tener una en una comunidad”, subraya Fe. “Los gatos no te van a atacar ni a contagiar nada”, agrega Marijose. Flaco favor hacen, en este sentido, reportajes como el emitido por el programa Equipo de investigación en La Sexta, donde se llegaron a afirmar barbaridades como que los gatos “se han convertido en una de las especies invasoras más dañinas después de las ratas”. El Pacma les denunció por “datos e informaciones falsas y tendenciosas”, entre otros motivos.

No obstante, en estos últimos años se ha avanzado mucho en cuanto a concienciación. Por ejemplo, la mayoría de las instituciones locales en Bizkaia están implantando el método CER (Captura, Esterilización y Retorno). Erandio lo hace. “De hecho, el Ayuntamiento cubre esterilizaciones y gastos veterinarios”, matiza Bego. También, el Consistorio erandioztarra tiene reconocidas y censadas las principales colonias callejeras (cuatro), a las que facilita dos sacos de pienso de 20 kilos al mes. Y, de igual modo, hay un control y un procedimiento para la alimentación. Hay personas autorizadas para ello que tienen su carné identificativo. De ahí la importancia de que no se dé comida a los gatos a la ligera por parte de cualquier ciudadano.

Mucho esfuerzo

Marijose, Fe y Bego se constituyeron como asociación cuando se vieron obligadas a buscar un nuevo hogar para los gatos pintores. A esta colonia van sus principales mimos, pero también a otras, porque son alimentadoras en otros puntos de la localidad. También reciben peticiones de ayuda ante mininos enfermos, abandonados... “Siempre nos contacta alguien… Pero no tenemos casas de acogida, así que a ver si se anima la gente a ser casa de acogida porque no tenemos sitios de emergencia. Nosotras ya tenemos muchos gatos en nuestras casas y no podemos con más. Sí nos gustaría también tener un local para estos casos”, admite Bego. Pese al apoyo municipal, de sus bolsillos continúa saliendo dinero para hacer frente al día a día. “El mercadillo, que organizamos una vez al mes, nos ayuda; es mucho trabajo, pero merece la pena”, confiesa Bego. Y es que, pese a ser asociación, son únicamente ellas tres las que asumen el peso de todo, por lo que es más que bien recibida cualquier persona que se quiera apuntar.

Las chicas de los gatos pintores mantienen el contacto con el Ayuntamiento y entre ambos abordan las necesidades que son detectadas en este espacio de Iparralde. Ahora, por ejemplo, hace falta una fuente y un drenaje, desagüe o algún sistema para que no se acumule tanta agua en los episodios de lluvias.