En agosto de 1932, fue constituida en Bilbao la entidad Firestone Hispania Sociedad Anónima, filial de la empresa norteamericana The Firestone Tire & Rubber Company (con domicilio social en Akron, Ohio) y que fue fundada en 1900 por Harvey S. Firestone. La filial española nació con un capital social de 10 millones de pesetas, distribuido entre 20.000 acciones de 500 pesetas, y con el objeto social de fabricar cubiertas, cámaras neumáticas para vehículos y artículos de caucho, como artículos principales.

En el contrato preliminar firmado con la compañía norteamericana no quedó establecido en qué punto de la península deberían emplazarse las instalaciones. En la decisión final, la figura de Juan C. Oloriz, gerente de la Comercializadora de Neumáticos S.A. fundada en Bilbao en 1926 y dedicada en la importación y venta en exclusiva de neumáticos de la marca Firestone en España, fue determinante para que la planta se ubicara en terrenos del término municipal de Basauri. Los argumentos que utilizó para defender este emplazamiento fueron, sobre todo, la cercanía del puerto de Bilbao, su capacidad para recepcionar las primeras materias y el desarrollo económico y financiero que se estaba experimentando en toda la provincia.

90 años del primer neumático

Finalmente así fue. La planta comenzó a construirse en 1932 con una capacidad inicial de producción de 200 cubiertas y 200 cámaras diarias, aunque luego amplió sus productos hacia las correas y forros de freno. Y fue un 17 de junio de 1933, cuando salió el primer neumático de la factoría de Firestone Basauri. La efeméride se celebra mañana sábado con una jornada de puertas abiertas, dirigida a sus trabajadores y familiares, para conmemorar los 90 años de ese hito.

Ante esta importante aniversario, Jesús Ibañez, director de una fábrica que en 1988 fue adquirida por Grupo Bridgestone, señala que “la clave del éxito alcanzado en estos 90 años radica en el excelente trabajo y la dedicación de las generaciones de empleados que han pasado por la planta y que se han mantenido, desde sus inicios, firmes en su compromiso de proporcionar neumáticos dela máxima calidad, seguridad y prestaciones”. Asimismo, no duda en poner en valor el importante papel que la factoría ha desempeñado como impulsora del progreso económico y social del tejido industrial del País Vasco.

Y es que, aunque el caucho se importaba de Sudamérica, la tela se traía de Catalunya y la maquinaria de Estados Unidos, la sociedad llegó a acuerdos con empresas locales como con Altos Hornos de Vizcaya que suministraba llantas y ruedas. Además, tuvo la capacidad de adaptarse a diferentes circunstancias y coyunturas históricas ya que, por ejemplo, durante la Guerra Civil y la inmediata posguerra, la falta de materias primas obligó a producir carretillas, bujías y artículos esmaltados.

En estos 90 años de trayectoria, la planta se ha convertido en una de las más importantes y productivas con las que cuenta el Grupo Bridgestone. Con una capacidad de generación de 5.000 cubiertas de camión y autobús diarias, en sus 105.000 metros cuadrados de superficie trabaja una plantilla de 900 personas encargadas de fabricar neumáticos de la marca Bridgestone, Dayton y Firestone. En total, se estima que, en todo este tiempo de funcionamiento, habrá conseguido sacar al mercado 60 millones de productos.

Y, al margen de esta generación de empleo y riqueza para la zona en la que se encuentra implantada, el actual director de Bridgestón Basauri resalta el compromiso social de la planta. “En estos años hemos desarrollado múltiples actividades de Responsabilidad Social Corporativa, enfocadas a mejorar el bienestar y la calidad de vida de las personas que forman esta comunidad que nos ha acogido desde hace 90 años”, apunta Jesús Ibañez.