LA “inquietud” que sentían por “trabajar la cooperación y la educación para la transformación social a través de la cultura y la comunicación” fue la semilla de Kultura, Communication y Desarrollo ONGD (KCD-ONGD). Esa semilla se implantó hace quince años cuando a la par de la ONG nació el Festival Cine Invisible.

Esa visión de cambio social se refleja en los tres idiomas en los que está inscrito su nombre: euskera, inglés y castellano. “Tiene su razón porque es una manera de expresar que hay diferentes formas de entender una cultura, la comunicación y el desarrollo”, explica Juan Carlos Vázquez, director de la entidad que atesora una gran experiencia en ya que “comencé a trabajar con el cine social en el País Vasco en 1993”. En esa época, según recuerda Vázquez, “el modelo neoliberal intentaba imponer un modelo único de pensamiento y las ONG veíamos que era un peligro porque el pensamiento único hace que se pierdan culturas. Nacimos con un valor hacia la interculturalidad”. Y por ello también han hecho suyos los Objetivos de Desarrollo Sostenible porque “reivindicamos que la globalización puede traer más desigualdad”.

En estos quince años de andadura han creado una red de proyectos con Latinoamérica como uno de los puntales, aunque sin olvidarse de África. “En México estamos en Oaxaca, que es el estado mexicano que más lenguas indígenas tiene. Trabajamos en cine y redes comunitarias en lenguas indígenas. Cada pueblo tiene derecho a contarle al mundo cómo se siente y cómo es”, precisa Vázquez quien subraya que la colaboración con “dos organizaciones de El Salvador” han posibilitado la puesta en marcha de “dos productoras de cine social”. En Colombia, el conflicto armado del país tiene su reflejo en la labor de KCD-ONGD. “Trabajamos con un colectivo de abogados que han sufrido amenazas por el conflicto y a la vez les animamos a trabajar en cómo hacer el lenguaje de los abogados más entendible”. La mirada en Cuba se fija en el patrimonio cultural. “En La Habana tenemos ocho proyectos y uno que trata sobre el género queremos transversalizarlo a los 60 museos que hay en La Habana vieja”.

Desde Cuba se está trazando la conexión con uno de los proyectos que la entidad lleva a cabo en Senegal. “Por un lado, estamos poniendo en marcha un polo de desarrollo en Gandiol que esté vinculado a la salud, educación, la casa de la mujer y el centro de comunicación comunitario. Por otro, desde hace tres años estamos intentando establecer una relación entre Cuba y la ciudad de San Luis, que es la más importante del norte de Senegal. Ha tenido una gran pérdida de edificios y Cuba tiene experiencia en el cuidado del patrimonio”, expone Vázquez. El último de los proyectos internacionales se desarrolla en Egipto con el “único festival de cine de mujeres en el mundo árabe”.

Cine Invisible

La principal seña de identidad de KCD-ONGD es el Festival Cine Invisible, que se celebró recientemente en Bilbao. Una de las grandes satisfacciones de Vázquez es comprobar como el 75% del público son estudiantes: “Comenzamos con un instituto, ahora son 15. Y de los 12.000 espectadores, 9.000 son alumnos”. El director de la entidad tiene claro que los jóvenes son el futuro porque “si no se conciencia ahora a la gente joven, no hay transformación”.

Y también quieren que los universitarios, “que no van al cine”, sean integrantes del festival. “Les proponemos el Cine Invisible Exprés para que ellos generen su propio cine con su teléfono móvil”. Diferentes opciones para una sociedad con conciencia.

KCD ONGD

Objetivo

Transformación social. Kultura, Communication y Desarrollo ONGD nació con el fin de potenciar “la transformación social a través de la cultura y la comunicación”. Su nombre en tres idiomas refuerza la idea de las diferentes maneras que hay de entender una cultura.

6

Países. La entidad desarrolla sus proyectos internacionales en el estado de Oaxaca (México), El Salvador, Cuba, Colombia, Gandiol y San Luis en Senegal, y en Egipto.

Festival

Cine Invisible. Nació a la vez que KCD-ONGD. “Elegimos que la entidad y el festival fuesen vertebradores de todo nuestro proyecto”, asegura Juan Carlos Vázquez, director de la ONG.

9.000

Estudiantes. El 75% del público de las últimas ediciones del festival está compuesto por alumnado mayor de 16 años. “Comenzamos con un instituto, ahora son 15”, resume Vázquez que cree en la necesidad de que los más jóvenes “tomen conciencia” para que “haya una transformación social”.

Ocho ediciones

Un reconomiento a la labor social

Más de medio centener de premiados. Fue en 2016 cuando los BBK DEIA Elkartasun Sariak otorgaron sus primeros galardones. Desde entonces han sido más de medio centenar de entidades premiadas por su contribución en el ámbito social a mejorar Bizkaia. Ocho años en los que se ha reconocido a asociaciones deportivas, culturales, de inclusión laboral, de inclusión social… un combo que hacen del Territorio Histórico un entorno con más posibilidades. Este año, recogerán una de las distinciones el jueves 22 de junio en la Sala BBK: Kultura, Communication y Desarrollo ONGD, la Asociación Ulertuz, la Asociación Zubietxe, Sortarazi, Lantegi Batuak, Bosko Taldea Federazioa y Formarte Bilbao.