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Alcalde en funciones de Alonsotegi

Joseba Urbieta, alcalde en funciones de Alonsotegi: “El Ayuntamiento está saneado y hemos gestionado bien, igual no hemos sabido trasladarlo”

El sábado se despedirá de ocho años de mandato; EH Bildu logró la mayoría absoluta en las urnas y desplazará al PNV a la oposición por primera vez

Joseba Urbieta, alcalde en funciones de Alonsotegi: “El Ayuntamiento está saneado y hemos gestionado bien, igual no hemos sabido trasladarlo”Elixane Castresana

“Seguimos trabajando por nuestro municipio”. El alcalde en funciones de Alonsotegi, Joseba Urbieta, continúa su rutina habitual hasta que el sábado se consume el relevo al frente del Ayuntamiento tras la mayoría absoluta de EH Bildu en las elecciones. Ayer mismo presidió los actos en recuerdo de las víctimas del bombardeo de 1937. “Se cierra una etapa y se abre otra” en la que por primera vez, el PNV se verá relegado a una oposición que el todavía regidor promete ejercer “de manera responsable, que es lo que nos corresponde y para lo que los vecinos nos han elegido”.

¿Qué lectura se puede sacar del resultado?

—Hemos hecho todo lo que hemos podido, hemos sido cercanos con el pueblo y los vecinos con una buena gestión: el Ayuntamiento está totalmente saneado, tenemos todos los contratos licitados y hemos sacado adelante bastantes proyectos.

¿Como cuáles?

—En esta legislatura ha sido muy importante la reforma del frontón para adecuar nuevos locales aprovechando un espacio en desuso en las dos plantas inferiores para acondicionar gimnasio, dos salas polivalentes para cursos municipales, vestuarios y la sala polivalente general de la planta baja, ya que sólo estaba utilizable la zona de la cancha. El aparcamiento nos ha dado mucha vida al pueblo, al igual que la pista multideporte cubierta. También destacaría la kultur etxea acondicionada en la parte superior del edificio del ambulatorio, así como el gimnasio y la peatonalización de las calles Erdiko y Arizmendi, que va a finalizar esta misma semana. Además, se puso en marcha el vivero de empresas, hemos ingresado en la Mancomunidad de las Encartaciones y también hay muchas obras pequeñas.

Entonces, ¿qué ha fallado para haber perdido el respaldo de la ciudadanía?

—Igual no hemos sabido trasladarlo bien, la oposición ha sido dura, crítica, tenemos un pasado…

¿Se refiere a los procesos judiciales que salpican a alcaldes anteriores?

—Sí, pero el Ayuntamiento hizo lo que tenía que hacer y el resto son decisiones de los jueces. Nosotros hemos seguido mirando por el pueblo tirando adelante. Reitero que las arcas están totalmente saneadas.

¿Cómo valora sus dos mandatos en su conjunto?

—Alonsotegi ha cambiado desde 2015. Empecé con muchos problemas (el pago de los costes de la urbanización de la plaza Doctor Madinabeitia que se reclamaba a los propietarios del bloque de viviendas de Errota, cuyos recursos estimó el Consistorio, por lo que no tuvieron que hacer frente a la deuda), que se han solucionado. Hemos vivido desde okupaciones de viviendas hasta inundaciones y una pandemia, pero en esta vida de todo se sale.

¿Y en el lado más positivo de la Alcaldía?

—Hemos trabajado la memoria histórica con varias acciones, desde el mural que recuerda el atentado del bar Aldana a la adecuación del refugio antiaéreo y la instalación de un monolito en memoria de las víctimas de la Guerra Civil hace seis años, una época en la que atravesábamos dificultades económicas. Lo talló gratis un escultor de Karrantza. Para la inauguración llamé uno por uno a los Hermanos Baranda, que habían triunfado en la música en su juventud, y su actuación en aquel acto supuso que volvieran cantar. Esas iniciativas conectan mucho con la gente, ayudan a cohesionar y son cosas que no debemos olvidar. Asimismo, instalamos otro monolito en honor a Andoni Goikoetxea e instauramos o los premios Alonsotegitik-Alonsotegira, una idea muy bonita que pienso que no debería perderse. Cuando entré en el Ayuntamiento siempre dije que hay que trabajar por las y los vecinos y, sobre todo, que participen, lo que se refleja en esos premios a gente ilustre de diferentes campos que ha llevado nuestro nombre a todos los sitios.

¿Algún proyecto que haya quedado a mitad de camino?

—El bidegorri por el antiguo puente del tren, una vieja demanda ciudadana que dejo encauzada. Hemos hablado con la Diputación y parece que irá adelante.

¿Qué se lleva de esta etapa a nivel personal?

—A las vecinas y vecinos que han estado ahí en los peores momentos. Aunque antes de alcalde fui un año concejal, cambia todo, hay que estar pendiente las 24 horas del día de lunes a domingo y la gente no se da cuenta de eso. Hay que responder a llamadas intempestivas o imprevistos que surgen en fin de semana.

Podrá contar más de una anécdota de estos años...

—Cada vez vemos más peregrinos del Camino de Santiago, aquí en el Ayuntamiento yo les he sellado a menudo para registrar el paso por nuestra localidad y con algunos me he sacado fotos. ¡He oficiado cantidad de bodas! Una de ellas se emitió en directo por streaming para que pudieran verla todos los allegados de los contrayentes, la novia era originaria de otro país. Sí, me voy con una sensación buena.