La calma con la que la ciudad, poco a poco, ha despertado de su letargo nocturno ha chocado frontalmente con el hervidero de nervios y actividad en el que, poco después de las 8.00 horas de este martes, se ha convertido la Escuela de Ingenieros de la UPV/EHU. Situada en la Calle Luis Briñas, desde este 7 de junio y hasta el próximo día 9 acogerá a más de un centenar de alumnos y alumnas que desean realizar la Evaluación para el Acceso a la Universidad. DEIA ha podido hablar con algunos de ellos y ellas.
Nervios e incertidumbre, pero también ilusión
Cerca del acceso principal de la facultad Leire Montero, Nerea García e Irene Rodríguez han estado charlando animadamente entre ellas. Han estudiado en la ikastola Begoñazpi (Txurdinaga) y afrontan las pruebas con ilusión, pero también con nervios: "Afrontamos los exámenes con muchos nervios, mucha incertidumbre y esperando que todo el esfuerzo tenga su recompensa", ha afirmado Nerea, quien ha reconocido estar más tranquila que sus dos amigas. El motivo de ese sosiego no es otro que su intención de no matricularse en la universidad, al menos, el próximo curso. Irene, sin embargo, necesita hilar muy fino en estos exámenes. La nota de corte que exige el ingreso en el grado que quiere estudiar (Medicina) es de las más altas (12,6). "Yo tengo que sacar un 12,2, quiero entrar en Enfermería", ha añadido Leire Montero.
Para obtener unas calificaciones por encima de la media estas tres estudiantes bilbainas han estudiado a conciencia. "Hemos dedicado bastantes horas a estudiar historia, porque el temario es muy extenso", ha señalado Leire. Por otro lado, gazte (Lengua Castellana) y los idiomas en general son las asignaturas que menos interés han suscitado en las jóvenes. Aun con todo, Leire, Nerea e Irene han estado estudiando a destajo cerca de dos semanas.
Pocos minutos después, Cintia Ruiz y Maitane Torrado han llegado al céntrico centro de estudios desde Ibarrekolanda. "Yo quiero entrar a Restauración de Bienes Culturales", ha dicho Cintia. "Y yo a Filología Hispánica", ha añadido Maitane. Ambas han reconocido que el estrés que van a tener gestionar durante las próximas tres jornadas de exámenes va a ser importante. "Pero yo, personalmente, lo llevo bastante bien y espero aprobar", destaca Cintia, entre risas nerviosas.
Nueva Ebau
Cintia, Maitane, Leire, Irene y todos los estudiantes Bizkaia, puede que conformen la última promoción que realizará la Ebau en su formato actual. Si después de las elecciones generales, convocadas para el próximo 23 de julio, las urnas y los posteriores pactos decantan la alternancia hacia el Partido Popular, podría darse carpetazo a la implantación de la nueva Evaluación de Acceso a la Universidad ante la posición que ha tomado la formación de Alberto Núñez Feijoó con respecto a esta prueba.
Los y las estudiantes que han acudido este miércoles a realizar el primero de los exámenes de esta edición de la selectividad son bien conscientes de ello, y todos tienen su propia postura sobre la cuestión. "Conocía la situación. Creo, de todos modos, que esta manera de hacer el examen está muy bien y favorece mucho a los alumnos, tanto a la hora de estudiar como a la hora de hacer el examen. Puedes combinar las preguntas de los dos modelos que te ofrecen", expone Irene.
Maitane se muestra conforme con la opinión de Irene, pero cree en la necesidad de amoldar la prueba a la nueva realidad social. "Si los tiempos cambian la Ebau también debería hacerlo, al menos levemente para adecuarse un poquito". Cintia, su amiga, apostilla que los exámenes de idiomas están muy bien planteados, y que, por ende, no deberían sufrir demasiadas modificaciones. Opina, no obstante, que las pruebas de asignaturas como historia sí deberían ser sometidas a cambios profundos: " Hay que memorizar muchos temas y, al final, da igual que los entiendas o no, porque el objetivo es 'echar' todo lo que puedas sobre el papel".
Profesores a pie de examen
Según el reloj ha ido avanzando, impetuoso, a las 9.00 de la mañana (momento en el que la Ebau 2023 ha comenzado oficialmente con el examen de Lengua Castellana) los y las estudiantes han comenzado a adentrarse en la facultad. Han llenado las aulas de la universidad con un ruido ensordecedor. Con ellos también han estado varios de sus profesores, cuya presencia parece ser el bálsamo que calma los nervios y la ansiedad. "Veo a los alumnos confiados, pero los nervios les pueden jugar una mala pasada. Por eso he decidido acompañarles", ha afirmado Joseba Guerra, profesor de inglés en el IES Cruces BHI. Suele acudir junto a los y las docentes que conforman el profesorado de este instituto barakaldarra todos los años. "Venimos para tranquilizarles y hacerles ver que esto es un trámite por el que hemos pasado todos. Aunque pueda parecer duro, van a ver este primer día que luego la cosa no es tan mala como la pintan", explica.
Poco después todos sus alumnos ya estaban sentados en las aulas que se les habían asignado. Las hojas del examen, a punto de ser repartidas. La Ebau ya ha comenzado y, con ella, el primer día del resto de sus vidas.