Tampoco es nada optimista Andoni Ojanguren, productor de Txakoli que, a sus 68 años cree que la situación es “límite” para muchos productores. También pone el foco en el alza de los costes de producción: “Es un tema que está afectando cada vez más. Por ejemplo, los costes de botella, el millar que nos costaba alrededor de 329 euros, este año ya son 410 euros”. Es uno de los datos que pone como ejemplo Ojanguren, quien añade que “también el corcho ha subido”. En total, podría decirse que “el coste para vestir una botella ha subido unos 45 céntimos, por cada botella y no hablamos del coste total para producir el txakoli, sino solo la botella; vidrio, corcho, etiqueta…”.

Para Andoni una de las peores trabas de todo esto es que “tienes que andar cambiando el precio de tu producto en base a los gastos que estás teniendo. Es decir, está pasando mucho que vendes txakoli a un bar, y a los meses le tienes que decir que ha subido, es algo muy difícil y duro. Antes en general en un año el precio no se movía”, comenta.

Pero los costes que han subido no solo se aprecia en lo que es la botella, porque durante todo el año hay trabajo que hacer. “Al año, nosotros solemos hacer de 8 a 10 tratamientos en los terrenos, y todos esos productos fitosanitarios también han subido. Lo mismo con el tema de filtrar el vino, ya que las placas de celulosa también están más caras”. Como resumen de la situación, “podría decirse que no hay un producto que no haya subido”, concluye este productor de Txakoli.

A esto se suma que ha habido épocas en las que hubo algún problema a la hora de pedir el vidrio, “teniendo que esperar un tiempo antes impensable, porque antes pedías y al día siguiente tenías el pedido”. En su caso, su hija es quien está cogiendo el relevo del negocio y Ojanguren espera que siga siendo así. Pero reconoce que “es un tema complicado y hay mucha gente que no va a encontrar un relevo”.