La mayor esperanza de vida y la caída de la natalidad dibujan un futuro con la población mayor en aumento. Sin embargo, al hablar de mayores a veces la sociedad no se detiene en las personas con discapacidad y ahí es precisamente donde apunta el proyecto europeo AIDA –siglas en inglés de envejecimiento activo para personas con discapacidad intelectual– coordinado desde el centro San Viator de Sopuerta. Bilbao acogió ayer la conferencia final para hacer balance del trabajo con presencia de alumnado y agentes políticos y sociales.

La iniciativa nació de la necesidad de ofrecer conocimientos e identificar las competencias, por un lado, a los profesores de FP para poder incorporar un curriculum formativo, y, por otro, a los profesionales que trabajan con los mayores para mejorar la atención. Errotu Taldea, desde Euskadi; P-consulting, de Grecia; Sosu Ostjylland, de Dinamarca, y Bridgwater and Taunton, del Reino Unido, también se han involucrado.

La directora de Empleo de la Diputación, Susana González, defendió la importancia de “contar con personas capacitadas en cuidados”, lo que acabará generando “crecimiento y prosperidad inclusiva”. Isabel Gómez de Salazar resumió la trayectoria de Usoa en Barakaldo. Javier Gónzalez, coordinador de hogares de Apnabi, habló sobre las personas diagnosticadas con trastorno del espectro autista y Fernando Martín, responsable de desarrollo sociolaboral de Lantegi Batuak, se centró en la inserción laboral.