Que el fútbol levanta pasiones es obvio. Lo que ocurre es que esos sentimientos se plasman en el terreno de juego y en la grada de distintas formas. Es un auténtico triunfo la manera en la que viven este deporte personas como las que integran Tartanga Fútbol Club, en Erandio, un equipo aficionado que juega en la Liga Interbarrios. Es fútbol puro y duro. Es amistad. Es diversión. Es querer. Quedan fuera de juego el salario, un determinado nivel y cualquier pomposidad. Cuarenta años lleva Enrique Vázquez manteniendo este equipo y todo el buen rollo que se ha ido heredando.
Todo arrancó para Tartanga F. C. en 1982, tras el Mundial de España y en un ambiente social con conflictos, desempleo, pesimismo, violencia… En ese contexto, unos jóvenes de Erandio unieron sus ganas para jugar al fútbol, para echar unas pachangas. “Nos juntamos una cuadrilla de chavales que andábamos por la calle Tartanga. Pensamos: ¿Por qué no jugamos al fútbol? Venga, yo llamo a uno, yo a otro… Y conseguimos formar un equipo con unos 17 o 18. Primero, jugábamos en la playa y luego nos enteramos de que había torneos de aficionados. Nos inscribimos y, desde entonces, hemos jugado”, recuerda Enrique. Él fue el fundador y la persona imbatida desde entonces; primero en el campo y luego en el despacho, y así, cuatro décadas después, a día de hoy, hace todo lo necesario para que el equipo dispute los encuentros cada domingo. “Estoy a ver si consigo el relevo, pero nadie quiere coger la batuta. Cuando es algo que se hace de forma altruista y no recibes dinero nadie quiere”, comenta entre risas.
La Liga Interbarrios es la energía para Tartanga F. C. “Estamos doce equipos. Nos puede tocar jugar a las 9.00 o a las 11.00 los domingos y hay gente de todas edades: desde 18 a 50 y muchos… Es una forma de practicar deporte para gente que no puede hacerlo en los equipos federados porque tienen otro tipo de exigencias, hay que ir a entrenar determinados días... Aquí no tenemos mayor afán que jugar al fútbol en este torneo. Se trata de buscar una salida a todas las personas que les gusta el fútbol, pero que por estudios o trabajo no pueden participar en los entrenamientos o que por sus capacidades deportivas no puedan jugar federados. Somos la alternativa”, explica Enrique. Esa es la filosofía de los clubes del Interbarrios. Los prejuicios que pueda despertar esta modalidad se quedan en el banquillo porque, ciertamente, es una opción de disfrutar del fútbol muy válida para decenas de chicos. “Cada equipo tiene unos 20 o 25 jugadores, más las personas que estamos con la organización, así que es algo que mueve mucha gente”, remarca Enrique. En la plantilla erandioztarra están 25. “Intentamos que sea gente del municipio, pero tenemos de más sitios del Gran Bilbao”, apunta el portavoz de Tartanga F. C. Las edades en esta competición, en efecto, tienen un abanico muy amplio. “El más joven de nuestro equipo tiene 18 años y el mayor ronda los 56”, desvela Enrique. Así que la media es de 34,52 años.
Bien recibidos
Echando la vista atrás, son muchos los goles, las risas, las victorias y derrotas y las personas que se han juntado en torno a un modesto balón gracias a Tartanga F. C. desde que el Mundial’82 inspirara a un grupo de chavales para dar los primeros pasos... Y la familia siempre está dispuesta a crecer y a continuar engordando su marcador vital. “Somos apolíticos, aconfesionales… A nadie le preguntamos nada. Si quieren pasar un domingo agradable y se comportan bien, aquí tienen un hueco y ¡a pasarlo lo mejor posible! Así se crea un grupo interesante de distintas edades, caracteres y formas de pensar. Buscamos la concordia y que todo funcione bien y si hemos durado tanto es porque siempre lo hemos conseguido. 41 años no es fácil…”, reflexiona Enrique. Otra prueba de ello es, sin duda, la complicidad que se genera en el grupo y que se traduce en quedadas fuera del terreno de juego de Arteaga. “Durante la temporada hacemos un par de alubiadas y cuando termina la temporada también nos juntamos”, asegura el presidente del club, que el próximo domingo afronta un nuevo partido en una competición que asiste a los últimos coletazos de la temporada 2022-23.
