Lo bordó. En apenas un minuto y medio consiguió emocionar de tal manera al público, gracias a su expresividad y emotividad, que acabaron todos llorando. Una explosión de sentimientos y una ejecución magistral de su ejercicio que le llevaron a conquistar la medalla de oro. La joven Naroa Álvarez, de 13 años de edad, se proclamó este pasado fin de semana en Iruñea campeona de España de gimnasia rítmica de base. Compitió en categoría cadete con su club, Dana de Sondika, y brilló con un ejercicio de gran belleza y ritmo, interpretando la música de Los chicos del coro, y demostrando una gran flexibilidad, elegancia y control de su cuerpo.

Un éxito que dejó sin palabras a su entrenadora, Elena Bertol, que todavía lo está asimilando. “Fue increíble porque fue inesperado. Íbamos a que disfrutase y se lo pasara bien, y acabó siendo un subidón”, relata. A su juicio, Naroa se mostró “en todo su esplendor”, es decir, mostrando al público un derroche de expresividad. “Es una niña con ángel, muy expresiva y trabajadora, que sabe llegar al corazón del público. Tiene algo especial”, subraya Elena.

En 2019 compitió también en el campeonato de España, que se celebró precisamente en Iruñea, y ahora cuatro años después se ha subido a lo más alto del podio. “Tiene un camino muy bonito por delante, pero sobre todo tiene que disfrutar”, apunta su entrenadora, que no quiere presionar a su pupila. Lleva desde los 4 años en el club y le ha visto crecer. Durante este tiempo su evolución ha sido espectacular gracias a una extraordinaria pasión por el trabajo y la superación personal. “Algo que le caracteriza es que siempre intenta mejorar, es muy perfeccionista, no le vale con que esté bien, tiene que estar perfecto”, explica Irene.

Actualmente reside en Bilbao y entrena un mínimo de tres días a la semana. “La gimnasia rítmica es una disciplina muy complicada en la que cuando llegas a un cierto nivel necesitas entrenar porque te juegas todo el trabajo en minuto y medio. Y en ese tiempo tienes que estar a tope”, señala.

Una labor en la sombra, la del entrenamiento, ingrata y dura, que ha unido a deportista y entrenadora siguiendo la filosofía de vida del club: “Persigue tus sueños, disfruta tu pasión” y siempre juntas de la mano. Por eso al acabar su ejercicio, Naroa acudió rápidamente donde estaba su entrenadora. ”Estaba llorando, vino y me dio las gracias y un abrazo”, recuerda aún emocionada Elena.

Desde 2006

Naroa y sus compañeras Naia das Neves y Maider Ibarretxe. DANA

Sobre esta línea, junto a Naroa también compitieron otras compañeras del club como Maider Ibarretxe, que firmó una buena actuación, y Naia das Neves, que supo aguantar los nervios del primer campeonato de España y salió a disfrutar de su ejercicio. En este sentido, actualmente el club sondikoztarra, que se fundó en 2006, está compuesto por un total de 70 gimnastas. “Queremos ser ejemplo de una gimnasia en la que las niñas disfruten por encima de todo y sean felices”, destaca Elena.

A este respecto, la presidenta de la Federación Bizkaina de Gimnasia, Sandra Cáceres, también ha querido reconocer la labor desempeñada por el club y el trabajo de Naroa en el campeonato estatal. “Lo que el club Dana hizo en Iruñea es el claro ejemplo de lo que debería ser el deporte: hicieron que esos noventa segundos fueran nuestros. Todas las deportistas, entrenadoras y familias de los clubes vizcainos se emocionaron, lloraron y celebraron el ejercicio de Naroa. Ganó el club Dana, pero sin duda, ganaron los valores del deporte”, concluye.