Miles de personas han presenciado este Viernes Santo la teatral Pasión Viviente de Balmaseda, en la que se reproducen con un gran realismo las últimas horas de Cristo.
En un día soleado y de temperaturas suaves, más de 650 vecinos han participado en esta representación en la que las calles de la villa se transforman en el escenario de un dramático y emotivo Vía Crucis y posterior crucifixión de Jesús.

Este año, el fisioterapeuta de 27 años Aitor Martínez, representa esta figura histórica cristiana al igual que hace años lo hizo también su padre, según recordaba hace unos días en la presentación de la escenografía.
La Pasión Viviente ha comenzado a las 9.30 horas en el llamado Campo de Monjas con el juicio de Poncio Pilato y la condena a muerte de Jesús -acto al que se asiste previo pago de entrada- y ha continuado con el Vía Crucis por el casco histórico.

Junto a Cristo también han desfilado numerosos vecinos que interpretan a personajes bíblicos como la Virgen María, Magdalena, los apóstoles, así como los soldados romanos, todos ellos con ropajes de época muy vistosos.