Bizkaia aspira a convertirse en un territorio en el que la bicicleta sea un medio de transporte más, sobre todo para los desplazamientos cortos. El pleno de las Juntas Generales dio este miércoles luz verde, en la última sesión ordinaria de esta legislatura, al Plan Territorial Sectorial de Vías Ciclistas de Bizkaia, que prevé la construcción de más de 200 kilómetros nuevos de bidegorris, duplicando la red actual.

El desarrollo de las infraestructuras ciclistas y la promoción de la bicicleta como medio de transporte forma parte, señaló el diputado de Infraestructuras y Desarrollo Territorial, Imanol Pradales, del “necesario cambio de paradigma” en las políticas de transporte, movilidad y ordenación del territorio. Así, el plan pretende que la bicicleta se convierta en una “alternativa cotidiana” en los desplazamientos diarios: para 2035, la Diputación quiere lograr que el 7,7% de todos los viajes se hagan sobre dos ruedas -hoy, el porcentaje apenas alcanza el 0,6%-, en colaboración con el resto de medios de transportes públicos, y que 157.000 viajes para los que hoy se utiliza el vehículo privado se hagan en bicicleta. “Se trata de captar viajes cortos, de hasta ocho kilómetros, que entendemos se puedes trasvasar a esta movilidad en bicicleta”.

El plan incluye también el desarrollo de una red para mejorar la accesibilidad ciclista en todo el territorio, con una conexión “más sólida y estrecha” entre las áreas rurales y los núcleos urbanos. Los bidegorris se extenderán a través de 265,5 kilómetros en siete grandes itinerarios: Nerbioi-Ibaizabal-Arratia-Durangaldea, Txorierri-Mungialdea, Eskuinaldea-Uribe Kosta, Ezkerralde-Meatzaldea-Enkarterri, Urdaibai, Artibai y Bilbao. La cifra supone duplicar los 162 kilómetros existentes hoy en día, sumando más de 200 nuevos, de los que 38 ya han empezado a proyectarse. A la hora de diseñarlos, se ha tenido en cuenta que faciliten la conexión entre las vías municipales y acerquen a sus usuarios a la red de transporte público y a centros de trabajo, estudios u ocio. También se pondrán en marcha otras medidas que faciliten el uso de las bicicletas, como aparcamientos seguros para ellas o sistemas de uso compartido. Un tercio del total de la red estará gestionado por la Diputación y serán los propios ayuntamientos los que se hagan cargo del resto. 

Pradales recordó que el plan ha sido fruto de cinco años de trabajo “complejo”, junto a ayuntamientos, agentes y asociaciones, que plantearon 120 alegaciones de las que se incorporaron al texto definitivo más de dos terceras partes.

En su tramitación parlamentaria, se han incorporado, con algunas modificaciones, siete aportaciones de EH Bildu. Entre ellas, no equiparar las bicis con los vehículos de movilidad personal, facilitar que se puedan trasladar en el transporte público, no limitar el ancho de los bidegorris a cuatro metros y la conexión de la red con Araba, a través de Ayala, y Cantabria, por medio del túnel de Herreros que conecta Sopuerta y Castro Urdiales. Desde Elkarrekin Bizkaia, Emilio Lobato lamentó el límite temporal de 12 años del plan, mientras que el popular Eduardo Andrade criticó que se gasten 188 millones de euros “cuando la ciudadanía espera que les ayudemos a pasar la crisis económica”.