Apenas tenían conocimiento del idioma ni de la cultura local. Pero las ganas de emprender una vida mejor –comenzando con un contrato de trabajo para dos años– las empujó a meterse en un avión y recorrer los miles de kilómetros que separan sus casas de las lejanas tierras australianas. Fueron parte del denominado Plan Marta, un acuerdo migratorio firmado entre los gobiernos de Australia y España, y estimulado por la iglesia católica, que a principios de la década de los años sesenta llevó a las antípodas en trece expediciones a más de 700 mujeres como trabajadoras domésticas. Y ayer, cuando se cumplían 63 años del primer viaje, Gernika-Lumo rindió un sincero y emotivo homenaje a ocho mujeres que tomaron parte en aquella operación y que todavía viven –Norberta Domínguez, Mercedes Domínguez, Basi García, Edelmira Rada, Milagros Revuelta y Nieves Zubicaray–. Lo hicieron a través de un acto en el que estas féminas pudieron recordar aquella odisea resuelta, en la mayoría de los casos aunque no sin penurias, con éxito.

“Aún recuerdo las serpientes, enormes, que se colaban en las casas. Y lo que me asustaba al verlas... Y cómo mudaban la piel. Es algo que no se me olvidará jamás”. Es una parte de las vivencias que la gernikarra –vitoriana de nacimiento– Milagros Revuelta atesora de su paso de cinco años por Australia, “un país que nos acogió maravillosamente con los brazos abiertos”. Ella trabajó en un hospital infantil, “donde fui feliz el tiempo que estuve allí”. En principio, las participantes del Pan Marta, iban al país a trabajar, pero detrás del citado plan –sin ellas saberlo– se escondía otro propósito: no era otro que el que se casaran con hombres que habían emigrado previamente a finales de los años cincuenta bajo las llamadas expediciones Canguro, Emú, Eucalipto... Muchos de aquellos hombres eran vascos que trabajaban en la caña de azúcar y provenían de la zona de Gernika-Lumo. Así, no es de extrañar que buena parte de la población de la comarca tenga parte de sus raíces en Australia. La historia, desconocida durante largos años, salió a la luz gracias al documental El avión de las novias codirigido por la doctora Natalia Ortiz Ceberio, que arrojó luz sobre estos hechos.

En el acto –recibimiento en la sala de plenos, entrega de un diploma, flores, y un aurresku– tomaron parte activa las asociaciones Euskal Australiar Elkartea y Navarra Boomerang Australia Elkartea, además del Ayuntamiento gernikarra –con José María Gorroño a la cabeza–, el Gobierno vasco –estuvo presente el director para la Comunidad Vasca en el Exterior, Gorka Álvarez– y el Estado español –con el subdirector General de la Ciudadanía Española en el Exterior y Políticas de Retorno del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migración, José Julio Rodríguez–. Además de a las supervivientes, el recuerdo se hizo extensible a las gernikarras fallecidas Estrella Álvarez, Josefina Erezuma, María Fernández y Pepita Prieto. Asimismo, fueron muchos los familiares de las Martas de diferentes puntos de Euskadi que se acercaron al emotivo acto celebrado en la localidad foral.