Balmaseda volverá la vista al Cerro del Castillo el fin de semana. José Luis Solaun y Urtzi Llano, de la Cátedra de Paisajes Culturales y Patrimonio de la Universidad del País Vasco, mostrarán el domingo en dos visitas guiadas el resultado de la última campaña de excavación en la fortaleza de origen medieval que también se utilizó en el siglo XIX durante las guerras carlistas.

Según informa el Ayuntamiento, se precisa inscripción previa para unirse a cualquiera de los dos turnos, a las 11.00 o a las 12.00 horas. Las personas interesadas deben escribir un correo electrónico kultura@balmaseda.eus o llamar al número de teléfono 946 802 974.

Ya a finales de diciembre ofrecieron un anticipo en una charla en la kultur etxea, pero quienes acudan a esta nueva actividad podrán contextualizar la información sobre el terreno. “Se ha movido un volumen importante de tierras, lo que nos permitió sacar a la luz buena parte del foso que era una preexistencia medieval y los liberales excavaron más”, indicó Urtzi Llano. Lo emplearon “prácticamente como una calle”.

Después de este segundo verano de excavación, “nos podemos trasladar a las guerras carlistas de una manera muy real que da presencia de urbanismo casi como de una pequeña ciudad que habitaban las tropas que vislumbramos en toda su magnitud”.

La consolidación de los elementos para facilitar las visitas es otro de los objetivos de la puesta en valor del Cerro del Castillo “para que la gente pueda entrar en esas callejuelas y preexistencias y entenderlo con toda su volumetría y monumentalidad”. “Necesitamos recuperar esas circulaciones, generar recorridos” para potenciar “la finalidad divulgativa, de difusión y didáctica” como se desarrollará el domingo.

A finales de año también se presentó en público el proyecto para plantar la ladera sur del Cerro del Castillo con txakoli tinto fruto de la colaboración del Ayuntamiento, la Cátedra Unesco de Paisaje y Patrimonio de la Universidad del País Vasco, la asociación Orexinal y el viticultor Alfredo Eguia. Más a largo plazo esperan recuperar variedades autóctonas e involucrar a productores locales en la creación de una bodega comunitaria.