A 1482 metros de altura. Ahí es donde celebran muchos vizcainos tanto el final de 2022 como el comienzo el nuevo año. Mientras que muchos lo han hecho moviendo el esqueleto a ritmo de la música, otros han preferido reservarse y calzarse las botas del monte para hacerlo el el Gorbea, Urkiola, Anboto, Ganekogorta…Cientos de vizcaínos han sido testigos de impresionantes cielos de colores rojizos para alcanzar, por ejemplo, la emblemática Cruz de Gorbea. Es el caso de Pedro Mari Aizarna que un año más ha hecho realidad una tradición acompañado de familiares y amigos. En su caso aprovecharon la mañana del 31 de diciembre para emprender el camino hasta la cruz. “Ha sido una subida especial, la hemos hecho despacio, sin prisa y disfrutando del paisaje”, ha relatado a DEIA el presidente del club de Montaña Ganguren de Galdakao. Los siete mendizales pasaron la noche en el refugio de la federación de montaña e iniciaron la subida poco antes de las siete de la mañana para poder alcanzar la cima cuando amaneciese. “En una hora ya estábamos arriba. Ha hecho bastante viento, pero la temperatura ha sido fantástica y el color del cielo espectacular”, ha explicado emocionado Pedro Mari. Posteriormente y tras disfrutar de las maravillosas vistas que regala la Cruz de Gorbea iniciaron el descenso para degustar un merecido hamaiketako en la ermita de Egiriñao.

Lo cierto es que subir al monte para brindar por el nuevo año es una tradición que cada vez está más de moda. “Nos hemos encontrado a mucha gente, más de la esperada”, ha dicho Pedro Mari. No cabe duda que el buen clima, con temperaturas primaverales para la fecha que estamos ayuda a darle al año una final o comienzo de altura.