La generación del baby boom, aquellos nacidos entre 1957 y 1977, suponen, solo ellos, el 17,2% de la población de territorio. Y los primeros han empezado ya a cumplir 65 años. Bizkaia quiere adelantarse a un fenómeno que podría invertir la pirámide poblacional en apenas un decenio, adaptando sus políticas a las necesidades que pueden tener en un futuro no muy lejano. 

Para ello, ha encargado un estudio sociológico que permitirá no solo adecuar sus políticas para mejorar las condiciones de vida de las personas de mayor edad del territorio sino aprovechar ese fenómeno para desarrollar nuevos ámbitos de actividad económica.

En Bizkaia residen actualmente 267.781 personas de 65 años o más, lo que supone el 23,4% del total de la población. Y la esperanza de vida sigue aumentando, afortunadamente: en los últimos 45 años ha pasado de 69,3 a 80,5 años en el caso de los hombres y de 76,7 a 86,3 en el caso de las mujeres. Solo en la última década, las mujeres viven 2,3 años más, y 1,2 los hombres.

NUEVA FUNDACIÓN

Para avanzar en el desarrollo de la denominada silver economy, la Diputación tiene previsto además crear una fundación que dé un impulso a nuevas acciones y líneas de trabajo en este ámbito. Entre sus funciones, estará la de analizar la situación actual del ecosistema del mercado del envejecimiento y definir acciones y proyectos tractores a impulsar en el marco de los objetivo estratégicos: la formación, la inteligencia del dato, el emprendimiento y el ecosistema empresarial.

A esos datos hay que añadir la más que probable evolución de la pirámide de población en Bizkaia en apenas un decenio: la generación baby boom, compuesta por las personas que nacieron entre 1957 y 1977, suponen en la actualidad 200.000 personas -tan solo ellas suponen un 17,2% de la población actual de Bizkaia- y su progresivo envejecimiento engrosará significativamente la parte superior de la pirámide, tendiendo a invertirla.

Ello obliga a las instituciones a analizar qué necesitan hoy en día las personas de más edad pero, sobre todo, proyectar y estimar su evolución futura. Por ello, la Diputación quiere realizar un estudio sobre las personas mayores de 50 años, para conocer no solo las necesidades de las que tienen ahora 65 años, sino también las futuras. El análisis se realizará sobre 3.000 habitantes del territorio, a través de una encuesta telefónica en la que se les preguntará por sus hábitos de alimentación y compra, percepción acerca de su estado de salud persona, cómo viven el proceso de envejecimiento, su grado de satisfacción en genera con la vida, estado de su vivienda, su situación económica, redes familiares y de amistad, actividades de ocio y participación social, uso de la tecnología en su vida diaria, expectativas de jubilación e importancia de las creencias religiosas, entre otras cuestiones.

Las conclusiones de este estudio permitirán a la Diputación contar con un diagnóstico de necesidades y su proyección futura entre los vizcainos de mayor edad, pudiendo adecuar así sus políticas a esa nueva realidad. Además, permitirá convertir la tendencia del envejecimiento en una oportunidad para detectar y desarrollar nuevos ámbitos de actividad económica, desarrollo empresarial y creación de empleo que den respuesta al objetivo de mejorar las condiciones de vida de las personas mayores.