Leioa tiene desde ya tres radares fijos para controlar que los coches no circulan a más de 30 kilómetros por hora. Están situados en la calle Iparraguirreen la entrada al municipio desde Bilbao– y en esa misma calzada, pero en dirección a la capital vizcaina, antes del conservatorio; el otro se encuentra en la calle Luis Bilbao Líbano. Así que estos tres radares fijos se unen al de carácter móvil que ya funciona en la localidad desde marzo del pasado año.

“El objetivo de esta medida es reducir la velocidad del tráfico en el municipio y que se respete el máximo establecido en las calles de Leioa, que recordamos es de 30 kilómetros por hora”, insisten desde el Ayuntamiento. “Los tres puntos elegidos para la localización de los radares fijos son lugares con mucha afluencia de tráfico donde no se respeta el límite de velocidad, además, cuentan con centros educativos cercanos”, añaden desde el Consistorio. Suavizar la circulación por el centro de Leioa es un firme propósito del equipo de gobierno. Se ha reducido la presencia de automóviles desde que finalizaron las obras para reordenar La Avanzada y que implican que los vehículos no pueden hacer la jugada de atravesar el centro de la localidad, en lugar de ir por el túnel, para tratar de evitar atascos. Sin embargo, no se ha conseguido que el cuentakilómetros no supere los 30. Por eso, “el Ayuntamiento de Leioa sigue tomando medidas” y ahora ha optado por la colocación de estos tres radares fijos en la principal arteria y en una de las calles principales. En este sentido, la instalación de radares como método de reducción de la velocidad es defendida por distintas instituciones y agrupaciones, en detrimento de los badenes o resaltos, por ejemplo.

El móvil, en Gaztelubide

El municipio ya cuenta desde marzo de 2021 con un radar móvil que desde hace un mes está vigilando la velocidad de los coches que circulan por Gaztelubide –subida hacia Gaztelueta y Betiko–. Una decisión que “viene motivada por la queja de vecinos que perciben esa zona como insegura para peatones por la excesiva velocidad de los coches”, tal y como informaron fuentes municipales el pasado octubre. Y es que, desde el primer momento, el Ayuntamiento identificó las calles donde iba a estar el radar, que, hasta el cambio a Gaztelubide, eran: Aldapabarrena, Avenida y barrio Elexalde, Avenida Iparraguirre, Avenida de las Universidades, Gabriel Aresti, Estartetxe, Langileria, Larrarte, Laubide, Lekueder, Luis Bilbao Libano, Mendibil barri, San Bartolomé y Zarrageta.

“Los beneficios de contar con una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora son múltiples: favorece una ciudad más amable para peatones y ciclistas, reduce los atropellos y accidentes y rebaja la contaminación del aire y las emisiones acústicas”, ha defendido en varias ocasiones el alcalde, Iban Rodríguez. Además, la infracción del límite de velocidad en vía urbana conlleva multas de entre 100 y 600 euros y hasta 6 puntos en el permiso de conducir.