Vienen a ser algo menos de 10 euros al año para un hogar medio que haga un consumo normal de agua. Una subida moderada -el año anterior fue de casi 20 euros- que mantiene la línea ascendente de los últimos ejercicios -salvo el del estallido de la pandemia- y que obedece a la necesidad de cumplir la ley. En este caso, una reglamentación europea de obligada aplicación y cumplimiento que desde el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia (CABB) están haciendo de forma escalonada.

La meta es cubrir la totalidad de los gastos derivados de la prestación del servicio. Porque abrir el grifo tiene un precio que va más allá del recibo trimestral y ese es, precisamente, el coste que Europa quiere que sea abonado por los consumidores finales: abastecimiento, saneamiento, tratamiento… Todos los procesos necesarios para que el agua llegue en condiciones óptimas a las casas de casi un centenar de municipios del Territorio Histórico integrados.

Según los cálculos realizados por la entidad, con las actuales tarifas de agua se estaría cubriendo el 77% de esos gastos de la operativa ligados a estaciones depuradoras, conducciones de agua…. Es decir, la subida de 80 céntimos de euros al mes (unos 9,5 euros al año repartidos en las cuatro facturas que remite el CABB) no es una decisión aleatoria ni caprichosa. Tal y como han resumido fuentes de este organismo “es necesario completar progresivamente el coste del ciclo integral del agua al 100%, en cumplimiento del principio de recuperación de costes de la Directiva Europea Marco del Agua”.

La medida ha sido adoptada hoy en el transcurso de la Asamblea General del Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia y en la misma se regulan y detallan los importes de cada una de las tasas para adecuar las mismas a la situación económica presente. Porque no se quiere gravar por gravar y poner en peligro a economías domésticas con tensiones de tesorería a fin de mes. Por eso, la actualización de esos importes se hará “en grado inferior a la propia inflación subyacente registrada a septiembre e inferior también a la última previsión de inflación publicada por el Banco de España para 2023”, han estimado desde el CABB.

Una empleada de hogar limpia con una fregona. E. P.

Del mismo modo, Kepa Odriozola -presidente de esta entidad que gestiona las redes de abastecimiento de agua potable y el saneamiento de las residuales de un millón de habitantes de Bizkaia- ha expresado que la subida de la factura debe ser entendido por la ciudadanía como un modo para mejorar el servicio. “Esta decisión refuerza la garantía del compromiso inversor y transformador que requiere el territorio para modernizar sus infraestructuras, prestar servicio en idénticas condiciones en los municipios que se incorporen, como es el caso de Busturialdea, y anticiparse a los problemas que pueden emerger por falta de recursos hídricos o al contrario, por episodios de climatología adversa continuadas de abundante precipitación”, ha descrito.

La Asamblea General ha servido también para dar luz verde a los presupuestos del Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia para 2023. Será el más elevado de su historia: 217,8 millones de euros, lo que supone 18,4 millones de euros más con respecto al ejercicio 2022, “manteniendo el equilibrio en ingresos y gastos sin endeudamiento”, han puntualizado fuentes del CABB. El objetivo es dar respuesta al importante incremento en los costes de explotación y mantenimiento, y de los materiales de las obras a realizar, “fundamentales para mantener el ritmo inversor que requiere el Territorio Histórico en materia de agua”.

Así, el 33,8% del presupuesto total se dedicará a ejecutar nuevas inversiones en infraestructuras de abastecimiento y saneamiento con un importe de 73,6 millones de euros financiados casi en su totalidad con recursos propios. En otro punto del Orden del Día, la asamblea del Consorcio de Aguas dio el visto bueno al Plan de ayudas a municipios para, entre otras actuaciones, acometer la renovación de sus redes de abastecimiento. Serán 350.000 euros en 2023, repartidos entre Abadiño, Barakaldo, Basauri, Berriatua, Bilbao, Durango, Getxo, Portugalete y Zamudio. Desde que comenzó este sistema de ayudas en 1980, se han destinado más de 41,3 millones de euros para colaborar con las instituciones municipales en la mejora de las redes de distribución, han apuntado fuentes del CABB.