El Ayuntamiento de Erandio instalará siete cámaras de vigilancia en el entorno de la discoteca Sonora, en Astrabudua. Se trata de una medida adoptada a raíz de las protestas vecinales por la concentración de jóvenes que hacen botellón y que provocan ruidos, suciedad y dificultades para acceder a la estación de metro, entre otras “actividades y actitudes poco compatibles con la convivencia, tanto en la carretera de la ría como en los accesos al barrio”, según traslada el propio Consistorio erandioztarra.
A falta de conocer cuándo estarán en marcha estos dispositivos de seguridad, el equipo de gobierno informó ayer de que se encuentra “ultimando todos los trámites” para su colocación y que “recabará todos los permisos pertinentes, tanto de los residentes en la zona (se hablará con administradores y propietarios), como de las administraciones competentes”. Lo que está ya claro es que las cámaras funcionarán únicamente los fines de semana y los festivos.
Los vecinos de esta parte de Astrabudua llevan tiempo protestando por los perjuicios ocasionados por la gran cantidad de jóvenes que se ponen a beber en la calle antes de acceder a la Sonora. Además, se han vivido episodios más graves relacionados con peleas e, incluso, agresiones sexuales (como la denunciada en noviembre del año pasado). De hecho, la Policía Local y la Ertzaintza llevan a cabo despliegues conjuntos de vigilancia, con presencia en toda esa zona de coches patrulla y agentes a pie, tanto uniformados como de paisano. No obstante, “el problema no termina de atajarse y las quejas continúan”, reconocen desde el Ayuntamiento. Por ello, la institución local da este paso “necesario por imperativos de seguridad ciudadana”, que implica invertir unos 60.000 euros en cámaras. Serán de última generación con software avanzado y permitirán identificar personas y matrículas de vehículos. La idea es que queden controlados lugares como la rotonda, la carretera, los callejones, pabellones industriales, así como los accesos a la pasarela del metro y a la propia estación
