La apicultura se une al resto de áreas de producción y distribución que se ven afectadas por el torrente de olas de calor y la subida de costes. La miel no ha tenido una temporada fácil este año y son muchos los factores que influyen en la obtención de este dulce alimento.

Como en todo proceso natural, el clima juega un papel clave en su evolución. Precisamente, las altas temperaturas han afectado al ecosistema de las abejas de tal manera que, según el presidente de la Asociación Española de Apicultores, Mario Fernández, “el calor en exceso y la falta de humedad han hecho que no haya pasto ni comida”, por ende, los apicultores destinan un “gasto extra” a la alimentación de las abejas.

Fernández destacó la difícil situación de aquellos profesionales dedicados al transporte de estos insectos obreros, los trashumantes. A causa de sus condiciones de movilidad, pagan una mayor cantidad por el gasóleo que consumen y se quedan con un precio de venta al por mayor “estancado”. “Los productores no podemos competir con esos siropes que inundan el mercado”-destaca- “no estamos subiendo el precio y estamos con el agua al cuello”.

El territorio histórico no se salva de esta realidad. Los apicultores vascos también se han enfrentado a una engorrosa temporada marcada por la subida del gasóleo y la luz, la falta de envases de vidrio y las fuertes temperaturas. Clara Vásquez, trabajadora de la sociedad agraria Eztikidetza, expresa que “no hay miel” porque “parece que los astros se hubiesen alineado este año” para que la naturaleza y la economía interfirieran negativamente en las cosechas.

Ángel Marco, el presidente de los apicultores de la organización Asaja en Guadalajara, señala que esta temporada, marcada por un verano sin lluvia, ha sido “muy mala” ya que, de acuerdo a sus cálculos, la cosecha es un 60% inferior a la de otros años. Por su lado, el responsable de Apicultura de COAG, Pedro Loscertales, concuerda en que los altos costes de mantenimiento han sido un elemento a tomar en cuenta en la bajada de los beneficios. “Los movimientos en el mercado de la miel se han dejado de hacer, viendo que no se iba a cubrir el coste del transporte”, comenta. Sumado a eso, estima que el rendimiento en las colmenas ha estado en un 70%, lo que representa una reducción importante durante un año “dramático”.

Y es que las abejas no lo están pasando mejor. Antonio Prieto, responsable de Apicultura de UPA, destaca que las olas de calor generan un efecto de colapso en las colmenas, a consecuencia, la cera se derrite y termina apresando y asfixiando a las abejas. En términos económicos, Prieto indica: “Estamos pendientes de otoño, cuando probablemente tengamos que gastar mucho más en la alimentación, que ha subido hasta un 50%, mientras el gasóleo tiene un coste desmesurado para una producción más corta”.

De acuerdo a los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, durante la campaña 2021/2021, el precio de la miel multifactorial a granel subió en un 9,51%, aproximadamente 3,62 euros por kilo. Sin embargo, la miel envasada sufrió una baja del 2,81%, es decir, hasta 5,87 euros por kilo. En el mercado vizcaino aún se balancean los precios, aunque no dejan de subir. Vásquez augura que el precio de la miel podría rondar los 6 euros en el mercado actual.