Doce jóvenes se encuentran sumergidos estos días en Erandio en una tarea altruista: la recuperación del patrimonio histórico y natural del entorno de Martiartu, en Erandio. Limpieza y búsqueda de información histórica son algunos de los deberes de verano para este grupo que forma parte de uno de los campamentos de voluntariado impulsados por el Gobierno vasco.

Este equipo está formado por chicos y chicas de 18 a 26 años –uno de ellos con diversidad funcional– y procedentes de Huesca, Barcelona, Valencia, Madrid, Granada, Nafarroa, Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Tiene su base en el colegio Ignacio Aldekoa de Astrabudua, por lo que es allí donde empiezan a desarrollarse todos planes. Normalmente, durante las mañanas, realizan las labores temáticas del campo de voluntariado y las tardes y fines de semana se dedican a actividades complementarias. El equipo de animación propone ideas que posibiliten la relación entre todas las personas participantes y la comunidad que les acoge. También se efectúan planes lúdicos, culturales y deportivos.

El proyecto principal plantea la recuperación, limpieza y revalorización de los caminos públicos de la zona rural de Erandio. Para ello se hacen labores de limpieza, restauración y nominalización de las fuentes y manantiales, recuperación y marcación de caminos históricos y senderos –con especial atención a un horno de leña francés en la zona de Urgitxis– y un calero –en karabezu–, búsqueda de información histórica relevante de la zona en archivo municipal e histórico foral, y limpieza y puesta en valor de la Torre de Martiartu y su entorno. Esta edificación defensiva está ubicada en la parte inferior de la ladera del monte Umbe. Al exterior es una torre del siglo XVI, que oculta restos de la primitiva estructura medieval, de finales del siglo XIV o principios del siglo XV. Se conservan de ella los muros equivalentes a las dos primeras plantas de la fachada sur y la mitad de los muros de las orientadas a este y oeste. El cubo original debió de alzarse sobre una planta muy semejante a la del actual, aunque con unas paredes más delgadas.

El campamento, además, también pretende fomentar entre la juventud valores de convivencia, tolerancia, solidaridad y participación. Asimismo, se quiere difundir también entre su población el rico patrimonio natural del municipio. De hecho, como aseguró la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno vasco, Beatriz Artolazabal, “el objetivo de los campos de voluntariado es que los jóvenes den un paso más en su formación, pero no académica, sino en su formación integral como personas: les ayuda a relacionarse con otros compañeros, a conocer a gente de otros orígenes, a convivir, a ir trabajando su independencia y, lo que es más importante, son un estímulo para la solidaridad, la colaboración y el compromiso”.

Bizkaia albergará este verano nueve campamentos de este tipo. Por ejemplo, el de Gorliz estará dedicado a la reconstrucción del puente y recuperación del lavadero de piedra en la zona de Urezarantza y tendrá lugar entre el 1 y 15 agosto. Se llevarán a cabo labores de limpieza, desbroce, adecuación y recuperación de estos elementos.

Los datos

Las tareas. El grupo está realizando actividades de limpieza, restauración y nominalización de las fuentes y manantiales, recuperación y marcación de caminos históricos y senderos, búsqueda de información histórica de la zona en archivos y limpieza y puesta en valor de la Torre de Martiartu.

De distintas partes. Los jóvenes, de entre 18 y 26 años son de Huesca, Barcelona, Valencia, Madrid, Granada, Nafarroa, Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.