DOS personas han sido rescatadas del mar y un vertido contaminante ha sido controlado. Ojalá no se tengan que escribir noticias así durante el verano y la temporada de playas en Euskadi transcurra sin ningún incidente. Pero el Departamento de Sostenibilidad y Medio Natural de la Diputación Foral de Bizkaia y el Área de Seguridad del Gobierno vasco tienen que estar más que listos para actuar si es necesario. De ahí, que ambas entidades realicen simulacros para “comprobar que funciona la coordinación y mejorar aspectos que sean susceptibles de hacerlo”, como admite la diputada de Sostenibilidad y Medio Natural, Amaia Antxustegi. Eso es lo que ocurrió ayer miércoles en las playas de Gorliz y Plentzia, donde los servicios de emergencias realizaron un ensayo milimétrico, con todo detalle, helicóptero incluido, de una intervención de auxilio y de alerta medioambiental.

A lo largo del año pasado, el servicio de socorrismo tuvo que efectuar un centenar de rescates en Bizkaia. En concreto, se produjeron 52 por problemas ante corrientes de agua y 54 por cansancio de personas en el mar. El tiempo y la forma de reacción para ayudar es fundamental. No debe fallar nada. Todo tiene que estar controlado. Y los simulacros son ese banco de pruebas que permiten corroborar lo que se hace bien y averiguar si hay algo que cambiar o incluir. En este sentido, la escenificación de ayer miércoles en los arenales de Uribe Kosta sirvió, por un lado, para “testar los servicios de emergencias gestionados por la Diputación y el Gobierno vasco”, según apuntó Antxustegi. “Realizar este tipo de ejercicios es muy importante, porque redundan en la seguridad que vamos a ofrecer a los usuarios. Responder a una emergencia supone la dotación de un gran número de recursos humanos y técnicos, pero estamos preparados para hacer frente a una situación así. Los sistemas están engrasados y estamos listos para actuar”, añadió la representante foral.

Con los periodistas como testigos y con la atención y curiosidad de las pocas personas que por la mañana estaban en la playa -la mayoría, haciendo surf o de campamentos de verano- se llevó a cabo el simulacro. Acción: el centro de coordinación de emergencias de Euskadi, SOS Deiak, recibe varias comunicaciones de la ciudadanía alertando de que en la zona oeste de la playa de Plentzia hay dos personas en el agua que piden auxilio. Cinco minutos después, el centro de mando y control de la Ertzaintza (Ardatz), informa a SOS Deiak de que una patrulla de protección ciudadana de la comisaría de Getxo en la playa de Plentzia también ha comunicado que había dos bañistas con problemas en esta playa y se está desplazando hasta el lugar.

El helicóptero también formó parte del simulacro. Oskar M. Bernal

El helicóptero y una embarcación de rescate de la Ertzaintza acuden a la zona y el primero se encarga de izar con la grúa y trasladar a una de las personas que necesita ayuda. La otra es rescatada y estabilizada por efectivos del servicio foral de accidentes, socorrismo y asistencia, antes de ser dirigido al hospital. Este mismo servicio de la Diputación atiende también al segundo de los bañistas. Requiere de un masaje cardiopulmonar, necesita oxígeno. Rápido. Sin nervios. Uno, dos, tres... ¡Respira bien!

También un vertido

A continuación, se representó el caso de un vertido en aguas de Gorliz: se baliza la zona de la playa en riesgo por contaminación y se informa a SOS Deiak. Posteriormente, personal técnico de Salud Pública del Gobierno vasco se desplaza al arenal para valorar la posible afección del vertido al baño. El servicio de limpieza controla el foco contaminante y limpia. “Nuestra apuesta es por el riesgo cero. El 112 sigue siendo, además de para emergencias generales, el teléfono de referencia para las que tienen que ver con la temporada de baños, tanto en playas, como en pantanos, ríos o piscinas”, recordó ayer miércoles el director de Emergencias y Meteorología del Gobierno vasco, Ricardo Ituarte.