La primera referencia data de “la segunda mitad del XVIII, cuando en 1.767 se la menciona en el libro de Fábrica Parroquial como ermita de María Magdalena y su colateral de San Antonio Abad”, cita la asociación Bizkaiko Ermiten Lagunak (BEL) sobre el templo zallarra de La Magdalena. En uno de los paseos de sus integrantes por el territorio se toparon con “la desagradable sorpresa de otra ermita en apuros, porque el pórtico se está combando de forma peligrosa y corre verdadero riesgo de colapso”. Ya lo había advertido la parroquia, que está recaudando fondos para poder repararlo cuanto antes.

“La diócesis nos da un préstamo, pero hay que devolverlo”, explica el referente parroquial, Francisco Javier Sáez, quien pone de relieve lo dificultoso de mantener en perfecto estado un patrimonio como el que atesora Zalla con sus numerosas ermitas: “San Pantaleón, San Pedro Zarikete, La Magdalena...”

Esta última centra ahora la preocupación. Con el objetivo de reunir fondos se ha reeditado el libro de Javier Ibarra que reproduce ermitas encartadas dibujadas a plumilla. Se momento se ha lanzado una tirada de 200 ejemplares. También se pueden adquirir en los locales parroquiales dedales con la silueta de la ermita de La Magdalena impresa para contribuir con el proyecto.

“Los vecinos nos cuentan que a medida que al ver la curvatura avisaron al Ayuntamiento y al final este ha decidido poner unos puntales” para apuntalar el edificio a la espera de una definitiva reparación, pues, entre otras cosas hay que valorar si el terreno ha dejado de ceder”, describían desde la Asociación de Amigos de las Ermitas de Bizkaia tras su paso por Zalla el año pasado.

Antes de la Guerra Civil existían tres retablos, “pero un cañonazo derribó el de la derecha y decidieron quitar el otro, manteniendo el actual de estilo barroco”. Asimismo, se conservan las imágenes de La Magdalena y San Antonio Abad, San Roke, San José y la Virgen de El Suceso, enumeran desde el grupo cultural.

Esta última forma parte de una exposición sobre imágenes de la Virgen distribuidas por Zalla que se puede contemplar hasta junio en una de las capillas de la iglesia de San Miguel Arcángel. Como curiosidad, “solo hay constancia de otras dos Vírgenes de El Suceso” en el Estado: “una en Madrid y la otra es la de Karrantza”.

La muestra se compone de nueve piezas, las más antiguas de las cuales corresponden a “la Asunción de Santa María al cielo, procedente de la ermita de San Pedro Zarikete y Santa Ana con la Virgen María, que pertenece a la ermita de Santa Ana, en Bolunburu”. Ambas, “del siglo XVIII”. A Nuestra Señora de la Inmaculada se la veneraba en la capilla de la papelera de Aranguren y después fue trasladada a la iglesia de la misma advocación. Otra Inmaculada se hallaba en la capilla del colegio Maristas y hay representación de Nuestra Señora del Rosario, correspondiente a la parroquia de La Herrera.

Abrir los templos

Contemplarlas juntas “favorece que la gente aprecie esta riqueza artística”. Desde la parroquia “estamos hablando con el Ayuntamiento para organizar un recorrido por las ermitas”, que permanecen cerradas la mayor parte del tiempo. “Llevábamos un año pensándolo y vino la pandemia, pero para visitarlas han de estar en pie”, dice el párroco , Francisco Pinilla. l