El cambio en la movilidad urbana es ya una realidad. En algunos lugares más que en otros, pero la transformación de los modos de desplazarse dentro de un pueblo -o en una ciudad- no son los que eran. Los humos de los coches y ruidos de las motocicletas están dejando espacio a los patinetes eléctricos y sobre todo a las bicicletas. Un buen ejemplo está en Zornotza. Las vías ciclistas urbanas se han fuertes en el espacio público de esta localidad al igual que lo han hecho los bidegorris. Y todo sin perder de vista la seguridad vial; tanto la de quienes se desplazan sobre dos ruedas como quienes aún lo hacen en vehículos a motor.

  • MÁS INFO: Bilbao rescata casi 40 kilómetros de calzada en sus calles para las bicicletas

Fuentes municipales subrayaban en este sentido que el plan Amorebieta-Etxano Bizikletaz 2022 “es una apuesta clara” hacia un municipio con una movilidad más sostenible. Con ese objetivo en el horizonte, el Consistorio zornotzarra “reforzará la presencia de vías ciclistas y la seguridad vial” realizando distintas actuaciones. Entre las mencionadas, mejorar la señalización actual, dar continuidad a las vías ciclistas, “generar una zona ambientalmente pacífica, delimitar perimetralmente el casco urbano mediante puertas de acceso [para recordar que se entra en una zona con prioridad para la bicicleta], señalizar los actuales bidegorris e interconexiones, crear itinerarios compartidos para peatones y ciclistas y acondicionar las aceras”, detallaban.

El plan también incluye los carrilesbicis en el exterior de cada rotonda. “Queremos fomentar el uso de la bici entre los zornotzorras, que la utilicen como su medio de transporte habitual, para desplazarse al trabajo, al colegio, al instituto, al polideportivo...”, apostillaban.