Lo que empezó como un proyecto de los antiguos trabajadores de Altos Hornos de Vizcaya, para invertir los 140 millones de pesetas que había en la caja de complementación de los trabajadores al cierre de la empresa, se ha culminado como una sólida realidad. Y es que, la Fundación de Trabajadores de la Siderurgia Integral ya ha puesto en marcha la Escuela de Aprendices del Siglo XXI en el edificio de la antigua alhóndiga de Murrieta en Barakaldo.

Atrás han quedado varios años de obras de rehabilitación de unas instalaciones que estaban en condiciones muy precarias, pero que ahora, al fin, sirven de centro de formación para cerca de 200 personas, en las ocho líneas de formación dual que ya se imparten en este centro que aún está dando sus primeros pasos.

Por todo ello, aspira a crecer y convertirse en mucho más que un centro de formación, sino que también tendrán su espacio la innovación y el emprendimiento. “Se trata de algo que va más allá de la formación para el empleo; es un espacio de intercambio, de emprendimiento e innovación en aquellos sectores en los que estemos trabajando en cada momento. Programamos formación cualificación y recualificación y especialización, teniendo en cuenta no solo a las personas paradas sino las necesidades de las empresas, para eso tenemos profesionales que están continuamente trabajando en el ámbito de la empresa para detectar estas necesidades”, señaló Astrid López, directora gerente de la Fundación de Trabajadores de la Siderurgia.

El siguiente paso, será abrir, entre otros un espacio para la formación en hostelería, algo que ocurrirá presumiblemente en otoño y en estas instalaciones también se impartirán, por ejemplo, cursos subvencionados por la Agencia de Desarrollo Local de Barakaldo, Inguralde.

Han pasado casi siete años desde que la Fundación de Trabajadores de la Siderurgia presentase a la actual alcaldesa barakaldarra, Amaia del Campo, el proyecto de crear una Escuela de Aprendices del Siglo XXI. “Enseguida me vino a la cabeza que su ubicación perfecta sería este edificio. Es cierto que la alhóndiga estaba entonces en unas condiciones deplorables. Pero era un edificio histórico e imponente, muy bien comunicado y con gran potencial. Vinimos a visitarlo y a todos nos pareció que un proyecto tan importante merecía un espacio relevante, y nos pusimos a trabajar. Ahora el resultado es maravilloso”, reconoció Del Campo.

El Consistorio barakaldarra cedió en 2017 por 60 años estas instalaciones a la Fundación de Trabajadores de la Siderurgia y el edificio cuenta con tres plantas, salón de actos, un atrio, once aulas, espacios para hostelería. Hasta el momento, la Fundación ha invertido 3,5 millones de euros en el proyecto.

l 3,5 millones invertidos. La Fundación de los Trabajadores de la Siderurgia ha invertido ya cerca de 3,5 millones de euros para hacer realidad el proyecto de la Escuela de Aprendices del Siglo XXI.

l Cerca de 200 alumnos. Estas instalaciones sirven ya de lugar de formación a cerca de 200 personas en ocho líneas diferentes de estudios. Se espera que en otoño se ponga en marcha un espacio para formar a profesionales del sector de la hostelería y también se incorporarán nuevos proyectos.

l Siete años de proyecto. Han pasado casi siete años desde que la Fundación de Trabajadores de la Siderurgia presentase este proyecto a la alcaldesa Amaia del Campo. En 2017, el Ayuntamiento de Barakaldo acordó la cesión de la alhóndiga de Murrieta por 60 años y, finalmente, tras varios parones, el proyecto ha echado a andar hace varias semanas.