Liher y Haizea son dos hermanos de Zamudio, que padecen Trastorno del Espectro Autista y "necesitan vigilancia las 24 horas del día". El mejor amigo del ser humano, un perro, de asistencia, es todo lo que Joana, la madre de los dos menores, necesita para mejorar la calidad de vida de sus hijos, que apenas pueden bajar al parque. ¿El inconveniente? Los 18.322 euros que son necesarios para conseguir un compañero canino que ayude a sus hijos a "salir a la calle como los demás niños".

Llantos, golpes, caídas e incluso autolesiones son algunas de las consecuencias de este trastorno. "Chillan, lloran, se tiran en el suelo y contra él, se golpean, me golpean", narra la mujer zamudiotarra. Los caminos de cinco minutos se transforman en paseos de horas, las salidas al parque se hacen imposibles. Un perro de asistencia puede ser la solución a esta situacióny propiciar que estos niños tengan la opción de llevar una vida lo más parecida posible a la del resto de personas de su edad.

Estos perros están entrenados en función de las necesidades de sus propietarios y son educados en un largo proceso de adiestramiento para saber cómo actuar en las diferentes situaciones que puedan darse. "Les ayudará a calmarse, a no tirarse al suelo o a no escapar", cuenta Joana Otero.

El precio a pagar es alto, 18.322 euros para ser exactos, pero está decidida a conseguirlo por sus pequeños. Para ello ha comenzado una campaña de recaudación en redes sociales, Facebook e Instagram, que te redirige a una web donde explica el caso de Haizea, de 4 años, y Liher, de 6, y ofrece la posibilidad de donar a través de Paypal, tarjeta de crédito y transferencia bancaria.

Por el momento ha logrado recaudar 1.300 euros en un mes de los 3.000 necesarios para que el proceso de selección así como para iniciar el entrenamiento del can. Este nuevo mejor amigo de Haizea y Liher aportará estabilidad a los hermanos de Zamudio y tranquilidad a su familia:"No aspiro a que salgan solos con él a la calle de momento, yo tendré que supervisar que todo vaya bien, pero el perro está con ellos trabajando", confiesa aliviada.

Ha intentado conseguir otras vías de financiación a partir de las administración pública, pero asegura que apenas hay ayudas. Sí que afirma que desde el Ayuntamiento de Zamudio le comunicaron que estudiarían el caso para darle algún tipo de apoyo económico."No hay ayudas ni para perros de asistencia, ni terapias a partir de los seis años, parece que ya no tienes autismo a partir de los seis años". Su sustento es el sueldo de su pareja y una pensión por cuidadora de sus hijos por su condición de dependencia, "pero no alcanza", asegura, "necesitan sus cascos, sus camas elásticas para descargar y otros productos dirigidos a ellos. Hay gente que dice es como los juguetes para los niños y no, no es lo mismo".

La familia de Joana se enteró de que el mayor de sus hijos, Liher, tenía el Trastorno del Espectro Autista cuando este tenía 2 años y la pequeña, Haizea, apenas llegaba a los 15 días de vida. Asegura que rápidamente se puso a buscar información para conocer más al respecto. Entre libros, webs y charlas Joana dio con los perros de asistencia. "Contacté con la asociación 'Obra Social Ischadia' que me costó mucho encontrar porque en Euskadi no hay conciencia sobre los perros de asistencia", recuerda.

EL PROCESO DE EDUCACIÓN

En Ischadia, Pablo Navarro, educador canino de esta asociación, le explicó cómo es el procedimiento de selección, educación y asignación del can: "Tras la selección del perro, comienza el proceso de educación: obediencia, lo esencial como sentarse y tumbarse, después comportamiento en el espacio publico, resisitrse a los estímulos como otro perro o comida, y finalmente la instrucción en función de las necesidades del usuario. Después de todo esto iríamos al domicilio de la persona y empezaría un periodo de adaptación a la familia". Navarro estima que este proceso duraría alrededor de 15 meses y 8 más si el perro es cachorro cuando se lo selecciona. "Después del asentarse en la familia, durante un año se hacen visitas regulares para comprobar que todo esta bien o si hay que ajustar algo", concluye.

Entre los beneficios que pueden ofrecer este tipo de perros se encuentran evitar las fugas, mejorar su descanso, frenar las crisis o darles más autonomía, tal y como asegura Joana. Los niños estarán atados al arnés del perro y así podrá frenarles cuando quieran escapar o para cruzar la calle.

BENEFICIOS SOBRE OTROS PERROS

Pablo Navarro cuenta que estos perros tienen una serie de privilegios sobre el resto por la labor que desempeñan. "Acceso a cines, supermercados, transportes públicos, centros de salud", enumera. Pero es necesario que sean registrados en Bizkaia como producto de apoyo, como una muleta o una silla de ruedas. "Es difícil porque la regulación actual de Bizkaia tan solo permite que sean la ONCE y la Asociación Española de Perros de Asistencia los que puedan registrarlos", comenta. "Nosotros lo hacemos a través de nuestra sede en Madrid, entonces luego aquí también tienen que aceptarlo", concluyen.