Pasan las horas en mitad de la noche y el sueño, el encuentro con Morfeo no llega. La pandemia ha ahondado en los problemas de los adolescentes de Portugalete hasta el punto que, según un estudio realizado por la Fundación Trocóniz Santacoloma entre 241 adolescentes jarrilleros de entre 13 y 15 años, el 44% padece problemas del sueño a causa de la pandemia Por desgracia, no es el único trastorno que ha acrecentado la situación de pandemia, ya que en ese mismo estudio se muestra que el 60% de los jóvenes que participaron en el estudio presentaban ansiedad y preocupación, mientras que el 55% reconocía sentir miedo por la situación.

Con el desconfinamiento, los niveles de ansiedad bajaron, pero, aun así, el 40% de los jóvenes estudiados presentaron cuadros de ansiedad y miedo ante el escenario incierto que se presentaba. Todos los índices volvieron a crecer con la llegada de la segunda ola del virus, época de la que hay datos disponibles en este estudio realizado por la Fundación Trocóniz Santacoloma. Todo hace indicar que este aumento de la ansiedad, el miedo y la preocupación entre los adolescentes también se ha producido durante la tercera ola y que se producirá si, como todo hace indicar sucede, crecerá durante la cuarta ola.

Pero hay varios aspectos que no han variado entre los momentos menos complicados y los más difíciles de la pandemia, que se han mantenido constantes y se han fijado en el comportamiento de los adolescentes. Además, del 44% de los adolescentes que reconoce tener insomnio a consecuencia de la situación generada por la pandemia, los adolescentes se muestran mucho más irritables. Así lo han reconocido en este estudio, ya que el 46% asegura estar más irritable con su familia, el 41% afirma estar más irritable en clase, mientras que el 37% reconoce que esa irritabilidad también es mayor con sus amistades.

PESIMISMO

Los adolescentes son, ahora mismo, pesimistas y así lo reflejan en este estudio. Así, 7 de cada 10 encuestados cree que la sociedad que surja después de la pandemia será peor que la que había hasta que en marzo del pasado año el coronavirus sacudiese la vida de la ciudadanía. Ese pesimismo de cara al porvenir se mezcla con el sentimiento de estar siendo “responsabilizados” de gran parte de la situación pandémica al señalarles en mayor medida que a otros sectores poblacionales de las malas conductas. En este sentido, tachan a los adultos de “hipócritas” ya que creen que son los primeros en no cumplir las medidas sanitarias decretadas para frenar a esta pandemia que quita el sueño a muchos adolescentes.