El impacto en el bienestar emocional ha sido directo. El confinamiento y el miedo al contagio fueron la puntilla que allá por 2020 empujó a muchas personas mayores a aislarse socialmente. Literalmente, la pandemia las sacó de la calle; borró poco a poco sus círculos sociales y, en muchos casos, boicoteó el mantenimiento de los lazos familiares.

Un escenario inquietante y de consecuencias desconocidas que, desde un primer momento fue contrarrestado por la solidaridad de agrupaciones vecinales, asociaciones del Tercer Sector y las propias instituciones, como el Ayuntamiento de Bilbao.

La labor de todos esos agentes llegó en el momento oportuno y cubrir esos espacios de vacío, de soledad no deseada que arrastran un buen puñado de personas mayores. En el botxo se ha detectado casi un millar de mujeres y hombres que necesitan tener a alguien cerca para charlar, reírse o despotricar, tomarse un café para compartir recuerdos o para soñar, ir al museo, salir a pasear,€

Sobre todos ellos ha puesto el foco el Ayuntamiento de la villa a través del programa 'Mirada Activa', nacido en 2013 y renovado progresivamente. La última versión de la iniciativa municipal quiere garantizar que las necesidades básicas de ese colectivo vulnerable sean resueltas, que se fomente su autonomía y que se favorezcan sus relaciones con su entorno más cercano.

ESQUIVAR LA SOLEDAD

Solo así, entienden las voces expertas, es posible esquivar esas situaciones de soledad no deseada que abonan el terreno para la tristeza, el pesimismo vital y la depresión. En definitiva, que esa importante parte de la población (el 24% del censo bilbaino tiene más de 65 años) no se sienta desplazada en el día a día de su barrio.

Lo decía, desde la experiencia particular el propio alcalde Juan Mari Aburto, quien ha subrayado la necesidad de incentivar entre las personas mayores su participación en la vida comunitaria como herramienta para evitar situaciones de soledad no deseada.

Aburto ha recalcado "la importancia del valor del portal, del vecindario, porque son esenciales para tejer redes que nos hagan sentir comunitarios" y poder identificar situaciones de soledad. Y ha puesto como ejemplo el caso de una mujer que compraba el periódico en el mismo quiosco que él cada mañana y que tras dos días en los que no apareció por allí, el quiosquero le dio el aviso y descubrieron que se había caído en casa.

"Tiene que funcionar eso, lo informal. La vida de barrio es ahora más importante que nunca. No podemos pretender que las administraciones lo hagan todo", ha zanjado el alcalde durante la conversación que ha mantenido con varias personas usuarias del programa 'Mirada Activa' para avalar los nuevos recursos que incorpora esta iniciativa.

Entre ellos, el Servicio para la Participación Comunitaria (SERPAC) que persigue 'devolver' al circuito a esas personas mayores en situación de aislamiento social. Esta acción se haría a través de nuevas figuras de asistencia sociosanitaria. Una dentro del hogar para ayudar en labores de mantenimiento doméstico; y otra fuera del mismo para contribuir a que la persona se involucre e integre en su entorno a través de determinadas tareas.

Pero es que este novedoso y pionero en el Estado catálogo de recursos y perfiles profesionales de atención quiere ir más allá. Por eso, tal y como ha apuntado Iñigo Zubizarreta, concejal de Acción Social, se ofrecerá orientación sobre los recursos que puede necesitar una persona usuaria de 'Mirada Activa - Berria' como pudiera ser el acceso a servicio de comidas a domicilio, la famosa medalla de emergencias y otros modos de llevar la tecnología a los hogares.

'ANTENAS SOCIALES'

"Desde esta intervención se monitorizan a las personas usuarias con el fin de evitar que desarrollen hábitos de vida que ahonden en la fragilidad", apostillaba. "Actualmente el Ayuntamiento tiene identificadas a más de 900 personas como posibles usuarias de este programa" gracias a la participación de las 'antenas sociales', unas 70 personas que colaboran para dar cuenta de las necesidades que observan en las calles y plazas de sus barrios.

"Este programa me ha dado la vida, estoy encantadísima", ha resumido Marisa Iturria, una de las usuarias de este programa. Tras el fallecimiento de su marido, dejó de "tener ganas de pintarse, arreglarse", y ahora es "una persona distinta", describía. Como ella, las voces de Asun Fernández y Julio Sánchez, confirmaban el valor invisible de poder tomar un café, pasear por Artxanda o visitar el Bellas Artes en compañía de alguien.

Y tal y como ha puntualizado Zubizarreta, los recursos del programa 'Mirada Activa Berria' no ponen en entredicho los lazos familiares sino que los complementan y robustecen. Todos ellos están abiertos a "todas las personas mayores que presenten una situación de soledad y precisen apoyo", indicó. Siempre pueden contactar con los Servicios Sociales de Base del Ayuntamiento de Bilbao llamando al teléfono de atención ciudadana 94 401 010 (010).