La diversidad es ya una riqueza, pero la superdiversidad es un tesoro en sí misma. Y Bizkaia se ha convertido en las últimas décadas en un ejemplo de todo ello. Más de 120 lenguas y culturas conviven a diario en público en calles, plazas o en privado, en los hogares de las más de 127.000 personas de origen extranjero residentes en el Territorio Histórico.

Una ventana gigantesca a los cinco continentes que representa una oportunidad para amplificar la pluralidad de Bizkaia y, de paso, fortalecer el euskera y su presencia en el día a día. Los moldes ya están hechos. Las llamadas segundas y terceras generaciones de familias migrantes ya viven el euskera como lengua propia (otra más) cuando hablan y juegan con sus amigos, para estudiar y para trabajar...

"No queremos construir el futuro del euskara marginando a las demás; queremos que el euskara se refuerce, pero respetando y siendo respetado por todos, en la tierra del euskara que ofrece refugio a todos y todas, tendiendo puentes que nos unan, sin ocultar ninguna lengua, con una diversidad construida en el respeto mutuo", describía Lorea Bilbao Ibarra, diputada foral de Cultura.

Sus palabras precedieron a la presentación del 'Mapa de la diversidad lingüística de Bizkaia' con motivo de la celebración del Día Internacional de la Lengua Materna. El informe es una fotografía objetiva y sensata de los pueblos y ciudades vizcainas. Porque esa superdiversidad cultural no se concentra solo en Bilbao.

Cada comarca y cada municipio se asoman al futuro con un saber enciclopédico lingüístico diferente pero igual de válido que otros. Según los datos recopilados en el documento elaborado por el Clúster de Sociolingüística, en Bizkaia existen tres lenguas con más de 10.000 hablantes (gallego, árabe y tamazigh y rumano) y otras siete con más de 1.400 hablantes (catalán, portugés, mandarín y cantonés, wolof, fula y serer -de Senegal-, francés, yoruba, igboe y hausa -de Nigeria- y urdú y punjab de Pakistán.

"No queremos que las lenguas de todos esos ciudadanos y ciudadanas de Bizkaia sean invisibles; al contrario, queremos que sean conocidas y animamos a sus hablantes a que perseveren cada cual con la suya", apostillaba la diputada foral de Cultura quien insistió en poner en valor el euskera como lengua materna, en solitario o junto a otras lenguas porque todas son enriquecedoras.

Y es que, tal y como sostuvo, Bilbao Ibarra, "quisiéramos que sus hablantes sintieran al euskara como lengua propia o como un puente tendido. Nos gustaría que tuvieran ánimo e ilusión para acercarse al euskara y para hacerlo suyo, además de sus lenguas propias". Es decir, que el euskera se convierta en lengua de acogida para esas miles de personas nacidas en otros países y que residen en Bizkaia.

Por comarcas, y sin contar el euskera y el castellano, en el Gran Bilbao y en Arratia-Nerbioi las lenguas más habladas son el árabe y el tamazight (Marruecos y Argelia): el árabe es la lengua materna del 32% de estas personas y el tamazight la del 49,9%. En Durangaldea, Gernika-Bermeo (sobre todo) y Enkarterri son mayoría los ciudadanos de origen rumano: representan el 34%, el 61,4% y el 34% de los hablantes de lenguas extranjeras, respectivamente.

Y en Plentzia y en Mungia viven muchas personas cuya lengua materna es el portugués: es la lengua materna del 30% de los habitantes de origen foráneo. En Lea-Artibai hay que destacar la presencia de lenguas de Senegal (wolof, fula, serer€): en total, el 47,3% de los habitantes de origen foráneo tienen como lengua materna alguna de esas lenguas, destaca el documento.