Seis usuarios de la residencia Marcelo Gangoiti de Muskiz han fallecido durante el brote de coronavirus registrado en el centro. Según los datos aportados hoy por el diputado de Acción Social, Sergio Murillo, doce residentes continúan hospitalizados y otros seis, en aislamiento en la propia residencia.

El responsable foral ha comparecido esta mañana ante las Juntas Generales, a petición de Elkarrekin Bizkaia, para dar cuenta de los detalles del brote detectado en la residencia Marcelo Gangoiti de Muskiz, que llegó a afectar, el 10 de enero, a 93 de sus 103 usuarios y 22 de sus trabajadores. "Nos encontramos ante la incidencia más relevante en términos cuantitativos y porcentuales en un centro residencial del territorio hasta la fecha; es obvio que las medidas de prevención sanitaria han fallado", ha lamentado el apoderado de la coalición Héctor Fernández.

Murillo ha señalado que a día de hoy, dos semanas después de alcanzar los 93 contagiados, la mayoría de los usuarios han salido del aislamiento al no presentar síntomas, "y podemos darlas como curadas". En total, seis personas han fallecido en estos catorce días, otras tantas continúan en aislamiento en la propia residencia, cuatro permanecen en la unidad especializada de Birjinetxe -una de ellas recibirá hoy el alta- y doce están ingresadas en centros hospitalarios.

POSIBLES CAUSAS

Sobre las posibles causas del brote, el diputado se ha remitido a las actas de las inspecciones realizadas en el centro - "yo no voy a especular ni elucubrar; simplemente recojo lo que quienes han estado allí nos trasladan"- y que hacen referencia a puntos "críticos" como las dificultades de uso de las mascarillas de las personas con deterioro cognitivo, los espacios de transición entre zonas limpias y sucias, el uso de las EPI o los circuitos de ropa, comida, residuos o aire, "como vías de transmisión entre espacios". "Son los espacios en los que puede suceder algo que rompa el aislamiento de las personas que no están infectadas por el virus", ha apuntado.

El diputado foral ha dado cuenta de las inspecciones que se han llevado a cabo en esta residencia -un total de diez, los días 24 de septiembre, 6 y 21 de octubre, 2 y 16 de noviembre, 10 de diciembre, y 8, 12, 15 y 22 de enero-, en las que se detectaron, sobre todo en la segunda planta, "que hay personas que por su deterioro cognitivo tienen dificultades para mantener la mascarilla puesta".

Tras el brote, tanto en las actas del 4 como del 12 de enero, se recogen recomendaciones para no utilizar la tolva -el conducto que lleva la ropa sucia hasta la lavandería- para depositar los enseres de personas positivas; se insiste en la triple bolsa para los residuos; señalizar visualmente los puntos de colocación y retirada de los EPI, o extremar la precaución con materiales de alimentación, como carros o vajilla, desinfectándolos en zonas covid antes de enviarlos a áreas limpias como la cocina. "Los tránsitos entre zonas limpias y sucias son uno de los elementos en los que hay que insistir porque son los puntos donde puede romperse ese aislamiento", ha apuntado Murillo. La quinta recomendación hacía referencia a la necesidad de insistir en las medidas de protección entre profesionales, "tanto en el tiempo de trabajo como en el descanso".

Una nueva inspección, el 15 de enero, permitió comprobar que todas esas medidas "habían sido implantadas", constando además en el acta que se había sustituido al personal de baja.

SISTEMA DE CLIMATIZACIÓN

Adicionalmente, el departamento solicitó también un informe a la empresa que realiza el mantenimiento del sistema de climatización, "para descartar que los conductos de aire hubieran podido transmitir aerosoles entre estancias". Y es que en la residencia existen conductos de aire compartidos entre estancias, "aunque no han utilizado la instalación de calor por aire en estos días".

Murillo ha detallado que la situación de los residentes ha sido comunicada desde el día 10 a diario a sus familiares y puso a su disposición un número de teléfono al que podían dirigirse por cada unidad convivencial. "Había tres personas de referencia a las que podían telefonear para conocer el estado de sus familiares", ha explicado.

Las explicaciones no han satisfechos a los grupos de la oposición, que han exigido más medidas para que estos brotes no se repitan en otros centros. Elkarrekin Bizkaia ha pedido la "rescisión del contrato con los gestores" de la residencia, además de una investigación general de la red de residencias "para detectar incumplimientos, errores y depurar responsabilidades", según ha manifestado Fernández. Desde EH Bildu, Izaskun Duque ha solicitado que se realicen más inspecciones y pruebas PCR, mientras que Eduardo Andrade (PP) ha planteado que "no se deje entrar a nadie en una residencia sin que le hagan una PCR".