La banda de música de Leioa sufre el reguero de daños colaterales que el coronavirus sigue dejando a su paso. Las restricciones para frenar al maldito bicho han condicionado el ritmo de esta asociación cultural y continúan haciéndolo. Al ser un grupo numeroso, de unas cuarenta personas, y de instrumentos de viento, los ensayos cumpliendo la normativa se tornan en complicados. Por eso, en este año que está a punto de cumplirse de lamentos, locuras y dolor, apenas han podido juntarse para sentir y vivir su pasión. Y en el recuerdo suenan y retumban los originales conciertos que cada año se curran, los viajes que organizan por España o Europa, las cenas de amigos, los domingos de unión y diversión al son de la flauta, el saxo, el clarinete... En el palpitar está el deseo de recuperar cierta normalidad. Además, la banda ya divisa y sueña con celebrar su vigésimo quinto aniversario el próximo 2022.“Nosotros ensayamos los domingos por la mañana en el conservatorio de Leioa y en el confinamiento total, nos conectábamos por Internet esos días. Yo les preparaba vídeos o audios con ejercicios y les sugería musicalmente cosas... Todo por WhatsApp… Pero eso tiene un límite, ya en junio paramos y en septiembre empezamos a pensar cómo hacer las cosas para ensayar físicamente. Preparamos un protocolo covid, que se curró la junta, se compró todo lo necesario: geles, termómetros… Y quisimos hacer ensayos todos juntos, pero no nos era posible porque en Leioa no hay un sitio tan grande; necesitamos tener mucho espacio entre nosotros al ser instrumentos de viento. No es lo mismo que el violín, por ejemplo, que te pones la mascarilla y ya está”, repasa Marta Velasco, la directora de la banda desde sus inicios. Así que entonces, la idea fue llevar a cabo ensayos parciales: una vez los instrumentos de viento madera, otra los de viento metal... Pero con las nuevas medidas implantadas en octubre, llegó el mandato de que no se podían realizar ensayos de grupos no profesionales.

Así que, en estos momentos, la banda de Leioa está en silencio. Su música no suena, aunque sus miembros intentan mantener su sentido vínculo. Hoy mismo, habían programado un encuentro digital. “La junta está trabajando mucho, con las gestiones y en contacto con los chavales por WhatsApp, por Instagram... Porque somos un grupo musical, pero somos todos amigos. Nadie cobra, vas porque te gusta mucho tocar música y somos muy amigos”, resalta la directora. “Y cada una lleva todo esto como puede. Los ánimos y las situaciones personales y familiares de cada uno son las que son. Nosotros no quisimos hacer ensayos obligatorios en ningún momento. No pasábamos lista, ni mucho menos”, añade Marta. Pero, a buen seguro, que todos los músicos están deseosos de juntarse y unir sus sonidos musicales. Sin reglas. Con energía. Con la mayor de las ganas.

Juventud al poder

La banda está compuesta por un grupo muy joven. “La media estará en los 17 años. Tenemos a dos personas de unos 50 y pico y unos cuantos de veintitantos, pero hay muchos jóvenes”, cuenta la directora, que en este año tan rocambolesco está contando con la ayuda de Aitor Aburto en las labores de dirección.

Son muchos meses ya en blanco para una agrupación musical muy activa que despide cada año con un concierto asombroso en Kultur Leioa, que se va de viaje cultural como cuadrilla enorme, que disfruta actuando en las fiestas de los barrios de la localidad... ¡Qué buenos momentos! “Normalmente, damos un concierto de fin de año en Kultur, pero no lo hacemos de Navidad; siempre intentamos preparar algo original, la última vez, por ejemplo, hicimos un concierto de bandas sonoras de películas románticas y en cada canción, hicimos un cortometraje. Otros años hemos hecho de música de principios del siglo XIX y fuimos vestidos de época… Y luego, cuando llega mayo y junio, tocamos en fiestas y en determinados momentos en los barrios del municipio. Y en junio, muchas veces, actuamos en Kultur también, y hemos participado en Umore Azoka, donde hicimos un concierto de músicas del circo y nos disfrazamos…”, enumera con cariño la directora de esta banda, de este grupo de colegas. “Solemos hacer un viaje anual, que es como el premio: un viaje cultural a España o Europa. Por eso, estamos tan unidos porque este tipo de experiencias unen mucho”, admite Marta. Y el año pasado, tenían previsto un desplazamiento a Hungría porque estaban invitados a un encuentro cultural y musical. “A ver si se puede organizar en 2022 que nos coincidiría además con el 25 aniversario”, suspira Marta. Y es que la banda de música de Leioa tiene mucho que decir aún.

“Quisimos hacer ensayos todos juntos, pero no nos era posible porque en Leioa no hay un sitio tan grande”

“En 2020 íbamos a participar en un encuentro cultural y musical en Hungría”

Directora de la banda